Si hay algo en lo que presidente López Obrador es experto es en hacer campaña y medir riesgo político. Por ello, la insistencia de hacer una consulta ciudadana para la revocación de mandato, no por buena voluntad del mandatario, sino porque es una apuesta que es poco probable que pierda.
Cuando se es dueño del casino y se tienen la mayoría de las cartas, ganar es fácil. Sin embargo, la tentación de vencer a la casa es grande. Bajo esta premisa la oposición ha caído en el juego del presidente. Pase lo que pase, AMLO saldrá ganando de la consulta que está programada para marzo del 2022, unos meses antes de la elección en la que se renovarán seis gubernaturas.
¿Por qué digo que saldrá ganando el presidente? Por varios motivos: el primero es el comunicacional. De aquí a marzo, López Obrador seguirá reforzando su narrativa de evitar el regreso del pasado neoliberal. Seguirá culpando a sus antecesores, y justificando la incapacidad de su administración bajo el pretexto de los vicios del pasado que él supuestamente está corrigiendo. Es decir, el puro proceso de la consulta le da excusa para seguir en campaña y no hablar de la falta de resultados.
Segundo, para que se lleve a cabo la consulta se requieren juntar 2.8 millones de firmas, lo cual no es una meta exorbitante que no se pueda lograr a través de la estructura de MORENA. Una vez que esto se logre, el presidente saldrá a comunicar que su iniciativa de poner su mandato a consideración es un éxito porque, finalmente se está escuchando al pueblo. Si la oposición abona a este requisito, le estará haciendo la tarea al oficialismo.
Tercero, para que la consulta sea vinculante, debe haber una participación superior al 40%. Es poco probable que ello ocurra, pero aun si fuera el caso, al día de hoy los sondeos indican que un 61% del electorado respaldaría su continuidad como presidente. Pero independientemente que la participación sea copiosa o pobre, AMLO saldrá a presumir el respaldo del pueblo, lo cual le dará una especie de segunda luna de miel en la recta final de su mandato.
Y cuarto, la consulta sobre el juicio a los expresidentes le enseñó a MORENA las deficiencias de su aparato de movilización. Lo mínimo que se esperaría es que en los próximos 7 meses se fortalezca al partido a través de la organización territorial. Eso será un escalón para la elección presidencial del 2024.
Steve Wynn, dueño del casino Wynn de Las Vegas, alguna vez dijo que la única forma de ganar en un casino es ser dueño de él. Lo mismo aplica en este escenario político.
Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael
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