Pudiera haber en templos horario específico para no vacunados

Foto: INFONOR

Monclova. – Desde hace una semana los templos católicos bajaron el aforo al 50 por ciento, cuando permitían hasta un 75 por ciento, debido al semáforo epidemiológico amarillo en Coahuila, afirmó Jorge Salvador Guzmán Cortés, Vicario de la Diócesis de Saltillo.

El representante eclesial en la región Centro señaló que consideran la afluencia con las personas que tienen ya su esquema de vacunación de covid-19, aunque aún no están solicitando el certificado de vacunación.

“No tenemos los templos cerrados, toda la gente puede entrar sin los certificados de vacunación, pero contemplaríamos un horario específico para las personas que aún no están vacunadas”, comentó el Vicario.

Las nuevas disposiciones que han aplicado es reducir el aforo desde el pasado fin de semana a un 50 por ciento, cuando antes tenían el 75 por ciento porque la Diócesis de Saltillo dio la disposición después que el estado entró al semáforo de salud en amarillo, reiteró.

Revisan, agregó, que la gente cumpla las medidas de sana distancia y portar el cubrebocas y, en la entrada de las iglesias, se les proporciona gel antibacterial e insisten en respetar los espacios entre los feligreses.

“Habrá quien se resiste a la vacunación y ha habido necesidad de llamar la atención a la gente que no se pone el cubrebocas o que no guarda la sana distancia, para eso tenemos a los colaboradores de la iglesia que están siempre ahí presentes”, comentó.

Dijo que este año que sigue la pandemia de covid-19, poco a poco ha afinado lo que en cada región dispone el Subcomité Técnico de Salud con el fin de cuidar la salud de todos los asistentes a los templos y el personal religioso.

El vicario indicó que en la región Centro 25 sacerdotes cuentan con la vacuna en su primera o segunda dosis sin que haya nuevos enfermos de coronavirus y actualmente hay un clérigo, de 43 años, hospitalizado en Saltillo bajo observación, quien no tenía ninguna parroquia a su cargo.

Estimó que no hay afectación a las actividades de la iglesia con la disminución del aforo, porque la asistencia a las misas ha sido poca por la gente y los eventos de los sacramentos como bautizos, bodas, confirmaciones y demás están controlados con la asistencia de los familiares más cercanos. (CRISELDA FARÍAS | INFONOR)