Abrazos que dan esperanza: Norma Guadalupe Ramírez Moreno y su labor con pacientes Covid

Entre medicamentos, suministro de oxígeno y aislamiento dentro del área Covid del Hospital General de Zona 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Saltillo, la enfermera Norma Guadalupe Ramírez Moreno dio a pacientes positivos de esta enfermedad más que un trato como personal de salud, les brindó su empatía, afecto y muestras de cariño para que lograran salir adelante.

En sus palabras, además del tratamiento, había momentos en que los cientos de pacientes que atendió desde marzo del 2020 hasta hace un par de meses, necesitaban de un abrazo o de un apretón de manos para recuperar la esperanza de que saldrían con vida del Hospital.

Fue entonces que su equipo de protección, integrado por un traje especial, careta y cubrebocas, sirvió también para acercarse a ellos y transmitirles el afecto que no podían tener de sus familiares al estar internados.

«Yo me acercaba, los abrazaba porque necesitaban mucho de un abrazo. Yo sé que el medicamento, que los cuidados son esenciales pero el hecho de que ellos sintieran un abrazo o un apretón de manos nuestro, era tan reconfortante. Todo esto para nosotros fue muy fuerte», compartió este lunes con EL HERALDO, Ramírez Moreno.

«Les poníamos música y eso era lo que nos alentaba. Siempre me puse en el lugar de ellos, mi lema siempre ha sido ‘yo quiero atender a mis pacientes como quiero el día de mañana que me atiendan a mí'», ahondó.

SEPARARSE DE SU FAMILIA

Para evitar el riesgo de contagio a sus dos hijos, de 19 y 12 años, la saltillense de 45 años pasó el segundo semestre del 2020 viviendo en un domicilio distinto al de su hogar junto con su esposo. Su único medio de comunicación con ellos fue por llamada o mensajes por redes sociales.

«Sacrifiqué el estar con ellos en meses por el miedo de llegar a contagiarlos. Antepones todo esto por el amor a los pacientes, por saber que nos necesitaban. Mi familia siempre estuvo apoyándome y entendiéndome. Al principio, cuando me despedía se quedaban en la puerta y me veían con ojos vidriosos», contó.

En su retorno a casa, fue recibida entre lágrimas, el reconocimiento por su labor y la espera concluida de volver a verla.

«Al principio no dejaba ni que se me acercaran a abrazarme, a darme un beso. Me permití darles un beso o un abrazo efusivo hasta marzo de este 2021, todo el año pasado no me les quise acercar por miedo, por temor de contagiarlos», externó.

TESTIGO DEL ADIÓS 

Aún con los cuidados que diariamente recibían, hubo decenas de personas que no pudieron ganar la batalla contra la Covid, por lo que Norma Guadalupe fue testigo del último adiós, a la distancia, entre ellas y sus familias.

«Solicito al área directiva que nos permitan que los pacientes puedan tener comunicación con sus familias. Se nos proporcionó una tablet y se colocó internet en esa área para que pudieran hablar con sus familiares. Nos tocaron experiencias desagradables, ver morir a muchos pacientes; fue muy triste», platicó.

«Hubo pacientes que me dolieron mucho, los apoyé con su última llamada y sus familiares al siguiente día me lo agradecieron, me decían que si no hubiera sido por mí no se hubieran podido despedir», recordó.

PREVENIR PARA NO LAMENTAR 

La entrevistada exhorta a la ciudadanía en general a mantener los cuidados contra este virus como uso de cubrebocas, sana distancia y aplicación constante de gel antibacterial, ya que la prevención es la clave para que los casos positivos de la Covid-19 no sigan en aumento.

«Tenemos que seguir con las medidas y cuidados, tenemos que seguir cuidándonos y no bajar la guardia porque esto no se ha terminado. Es una enfermedad que llegó para quedarse pero llevando las medidas podremos salir adelante», finalizó. (OMAR SOTO / EL HERALDO)