Pablo Alejandro Macías Torres: arriesgar su vida para salvar a pacientes Covid

El médico se mudó a Saltillo para apoyar en el combate contra este mal

Hace poco más de un año, Pablo Alejandro Macías Torres, médico especialista en medicina interna, llegó a Saltillo desde Guadalajara, Jalisco, su lugar de origen, para apoyar en la atención de pacientes contagiados de Covid-19 en el Hospital General de Zona 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

«Este problema nos agarró desprevenidos a todos. Se preparó el Hospital para la contingencia, aislamos a pacientes en diferentes áreas de sospechosos y confirmados pero llegó un momento, para finales del 2020, en el que teníamos puros casos confirmados y el Hospital estaba lleno de casos positivos», comentó este miércoles, en entrevista con EL HERALDO.

«Antes de que todo llegara y que nos estábamos preparando para la contingencia teníamos una actitud retadora de ‘ya estamos listos, que empiecen a llegar los pacientes’, ahí pecamos de incautos, sentíamos que estábamos listos pero cuando llegaron los primeros casos empezábamos a darnos cuenta de su complejidad», agregó.

Fue en este espacio de salud que se enfrentó al mayor reto dentro de su trayectoria profesional, combatir una enfermedad entonces desconocida bajo la encomienda de sacar adelante a enfermos de este virus.

«Representó un reto porque de tener unos cuantos se convirtió en tener un piso completo de pacientes críticos. Fue un reto constante sacarlos adelante», rememoró.

SU CONTAGIO

En diciembre del 2020, a causa del constante contacto con pacientes Covid, Macías Torres contrajo esta enfermedad por lo que tuvo que aislarse durante algunas semanas en su domicilio.

«Hubo muchísimas situaciones en las que se vio comprometida nuestra seguridad, pero empezamos a priorizar a los pacientes. En un principio las normativas nos decían que la seguridad del personal es primero y eso siempre ha sido así en todas las situaciones de emergencia pero es inevitable ponerse en riesgo en el momento que vemos que el paciente se nos está yendo de las manos, que se está poniendo mal», platicó.

Para el joven de 30 años su contagio se justificó al saber que había sido por ayudar a otras personas y lejos de desalentarlo, lo motivó para continuar con su labor.

«Yo me enfermé por atender personas que en muchas de las ocasiones ni siquiera creen en lo que estamos haciendo, pero las satisfacciones son más, las personas agradecidas son más, las personas que se fueron bien a su casa fueron más», puntualizó.

Más allá de los malestares producto de este padecimiento, lo que le aquejaba en ese momento fue el temor de haber expuesto al contagio a sus compañeros de Hospital.

«En ese momento sentí muchísima angustia porque estaba preocupado de haber enfermado a mi equipo de trabajo. Afortunadamente nadie de mi equipo enfermó».

HÉROES CAÍDOS 

En sus palabras, lo que más le ha marcado al formar parte de la primera línea de batalla contra la Covid-19 ha sido la pérdida de algunos de sus compañeros, quienes murieron como héroes que entregaron su vida por salvar otras.

«Tuvimos la desdicha de que murieran médicos y enfermeras de nuestro Hospital y fueron hechos muy lamentables. Son cosas que pegan mucho en la cuestión anímica. Estuvimos perdiendo personal de nuestro propio equipo por atender personas que no creían en esto», mencionó.

«Eso se convirtió en una situación de mucho desgaste emocional, mucho desgaste anímico porque a pesar de que la gente y en ocasiones los mismos pacientes se negaban a recibir la atención, nosotros teníamos que continuar al pie del cañón», ahondó.

LLAMA A NO BAJAR LA GUARDIA

Pese a que reconoce que la vacuna contra la Covid ha representado una esperanza para vencer esta enfermedad en México y en el mundo, llamó a la ciudadanía en general a no bajar la guardia ya que su aplicación no significa que quien la obtiene esté exento de contagio.

«Viene la amenaza del aumento en casos, que ya se está viendo en estados de la República Mexicana y en otras partes del mundo. La vacuna no impide que nos enfermemos, no evita que nos infectemos, pero sí que tengamos manifestaciones severas de la enfermedad. El hecho de vacunarnos no quiere decir que podamos salir a las calles sin cubrebocas tampoco significa que tenemos la garantía de abrazar, de tener contacto próximo con personas», enfatizó.

Ante esto, insistió en la importancia de mantener las medidas sanitarias para prevenir el alza de contagios como lavado constante de manos, procuración de la sana distancia y uso de gel antibacterial.

«La gente siente que ya está segura y empieza a relajar sus medidas de precaución. Ahora que gran parte de la población está vacunada se relajaron mucho las medidas, pero tenemos que ser muy cuidadosos. Está la responsabilidad de los ciudadanos de cuidarnos y respetar las normas para frenar esto», finalizó. (OMAR SOTO / EL HERALDO)