ATACAR A LA CLASE MEDIA ES ABRIR UNA CAJA DE PANDORA

 Por allá del año 73 antes de Cristo, hubo una rebelión de esclavos que tuvo grandes repercusiones en la antigua Roma, pues aglutinó a más de 100,000 personas de toda la península itálica en la llamada Guerra de los Gladiadores. Quien inicia esta lucha era Espartaco, un esclavo que comenzó el movimiento organizando una fuga. Probablemente este sea un único ejemplo de una rebelión exitosa comandada por alguien proveniente de un estrato social bajo.

El resto de las revoluciones de la historia han sido organizadas mayoritariamente por las clases medias. Por eso es una mala idea meterse con este estrato socioeconómico, como lo hizo el presidente López Obrador, después de los resultados en la elección intermedia.

Quienes generan en promedio $16,000 pesos mensuales pertenecen al 34% de la población que se considera clase media. Pero además de los ingresos, también cuentan generalmente con un nivel de escolaridad media superior o superior. Una persona que no necesariamente requiere un apoyo social del gobierno y que tiene cierto nivel académico, no es atractiva para el proyecto de la 4T. Dicho por el propio presidente: “son muy difíciles de convencer”.

Como dato curioso, gran parte de la clase media, cansada de los abusos de las administraciones anteriores, apoyó a AMLO en el 2018 por considerarlo el candidato anti-sistema. Hoy, siendo gobierno, el presidente le ha dado la espalda a muchas personas de clase media que creen en causas específicas, como académicos, ambientalistas, mujeres violentadas, padres de niños con cáncer, madres de familia, pequeños empresarios, y la lista sigue.

Pero en lugar de rectificar su postura hacia las clases medias, López Obrador ha optado por la ya conocida estrategia de polarización, acusándolos de ser “aspiracionistas” y “manipulables por los medios”. Claramente el ciudadano modelo para él es quien se conforma con la dádiva y es obediente a su narrativa. Pero las clases medias no funcionan así, especialmente porque dentro de la psicología colectiva del mexicano, muchas personas se denominan como clase media, aunque pertenezcan a otros estratos sociales.

Todos ellos convergen en que más allá del apoyo del programa social, el gobierno está obligado a cubrir necesidades mínimas como seguridad, salud, y condiciones para ganarse el sustento, tareas en las que está batallando la administración. Esa línea conecta a este sector de la población, y al atacarlos, AMLO puede estar abriendo una caja de Pandora, porque las clases medias desencantadas arman revoluciones.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael