FUTURISMO COAHUILENSE

Transcurrido el proceso electoral del seis de junio y a seis meses de que el gobernador del Estado, Miguel Ángel Riquelme Solís, rinda su cuarto informe, entre los priistas empieza el inevitable futurismo sobre la sucesión gubernamental.

Pudiera decirse desde ahora que la caballada priista está gorda y engordó más luego del carro completo del año pasado y precisamente ante los contundentes resultados del día seis.

Y es que en Coahuila la oposición al PRI ha quedado desdibujada, en la lona, háblese del PAN o de Morena. Divididos, desintegrados, no acaban de lanzarse culpas. Ahora el fallido aspirante a la Alcaldía de Saltillo, el senador morenista, Armando Guadiana, acusó directamente al delegado federal y su suplente, el expanista Reyes Flores Hurtado, de traidor, de actuar simuladamente en los recientes comicios, lo cual reviste mucha gravedad.

El PAN no canta mal las rancheras; le ocurrió algo insólito: su primer regidor y presidente del Comité Municipal dejó sus filas para apoyar al candidato a la Alcaldía de Torreón, otro expanista, Luis Fernando Salazar Fernández, que finalmente no pudo contender y quiso ganar a través de su papá.

En la otra parte, con un gobernador que lleva tres años y medio de gestión, con indicadores muy positivos, el PRI aparece con perspectivas muy halagüeñas de cara a la sucesión gubernamental.

Un comentarista de la Ciudad de México llamó «fiera política» a Miguel Riquelme y aseguró que el Revolucionario volverá a ganar la Gubernatura, y en cambio previó la derrota del tricolor en el Estado de México, Hidalgo y Oaxaca.

Así las cosas, ya se anotan para la siguiente contienda estatal priistas que son ganadores de una o varias elecciones, como Jericó Abramo Masso, diputado federal electo por tercera ocasión y exalcalde de la ciudad capital; José María Fraustro Siller, alcalde electo de Saltillo; el actual alcalde saltillense, Manolo Jiménez, la senadora torreonense Verónica Martínez, así como el presidente del Congreso Local, Eduardo Olmos Castro, ganador de un distrito electoral local y exalcalde de Torreón.

El binomio Riquelme-Olmos, con toda la experiencia en las lides electorales, ya está tejiendo en función de la sucesión, pero no significa que Olmos tenga la candidatura en la bolsa.