DE BUENA FUENTE  

NENUCO

Cuando se le pregunta al mayordomo de don Alonso Ancira Elizondo, por el estado emocional del aún dueño de Altos Hornos de México, éste responde:

“El señorito Alonso duerme como un bebé”, para de inmediato aclarar: “Se despierta cada tres horas, y se suelta a llorar desconsoladamente”.

Y es que Ancira Elizondo tiene razones poderosas para soltar el llanto, y una de ellas es que su empresa Micare cerró y dejó de surtir carbón de diseño a la Comisión Federal de Electricidad.

De golpe y porrazo, Alonso se quedó chiflando en la loma, cuando se le terminó el contrato con el que anualmente ganaba de tres a cinco mil millones de pesos.

En realidad, don Alonso perdió más que eso, pues los verdaderos magnates mexicanos siempre lo vieron como un arribista, un prestanombres sin nombre, y ahora se alegran de su viacrucis, de su encarcelamiento y de su exilio obligado.

En el ostracismo y el desempleo, el director general del Grupo Acerero del Norte ahora se dedica a recortar palabras de los periódicos, para enviar mensajes anónimos, e intentar denostar a los productores que se quedaron con su millonario contrato.

El cuento se cuenta solo, pues Alonso ya no tiene auditorio cautivo, y como en su tiempo lo hizo Adal Ramones, en los ratos que deja de lagrimear, Ancira Elizondo desde su isleta desierta pregunta a su público imaginario:

¿Quieren un monologoooo?

Chale, que chafa…

 

LUPITA A PROGRAMAS

Anda fuerte el run run de que la ex candidata a la alcaldía de Monclova, Lupita Murguía, pronto va estrenar un cargo regional.

Con la próxima salida de José Luis Villarreal de Programas Sociales, el secretario de Desarrollo Social, Francisco Saracho Navarro, al parecer propuso a la doctora Lupita ocupar el lugar de este.

La Aguja, como se le conoce al actual titular de Programas Sociales en la capital del acero, es señalado como el responsable de la derrota del PRI en Monclova, y hay quien afirma que a eso fue enviado por el líder estatal del PRI, Rigo Fuentes.

 

NO EXAGEREN

No es por intrigar, pero cuando veo que, al coordinador federal de Programas Sociales, Reyes Flores Hurtado, se le acusa de la “catastrófica” derrota electoral de Morena en Coahuila, se me hace algo exagerado.

Reyes no tiene ni la estatura ni la capacidad política para manejar una campaña de tal índole, y hay que reconocer que, en términos reales, Morena creció, y sin buenos candidatos.