Sandra Guadalupe: enfrentarse a dos enfermedades y sobrevivir

 

Además de padecer polimiositis, Sandra contrajo Covid-19

A sus 23 años, Sandra Guadalupe Cuevas Jáuregui fue diagnosticada con polimiositis, enfermedad que causa debilidad muscular y problemas de movilidad, lo que propició que se sometiera a múltiples operaciones y terapias para poder llevar una vida normal, sobreponiéndose a este padecimiento.

«Es una enfermedad muy poco común. La enfermedad fue muy pesada por muchos años porque mis articulaciones se desgastan. A los 25 años me ponen prótesis de cadera, prótesis de rodilla. Mucho tiempo la pase en silla de ruedas. Seis veces entré a quirófano para que me ajustaran mi cadera. Fue muy pesado pasar por esos años», contó a EL HERALDO.

Sin embargo, no imaginó que 20 años después se enfrentaría a una nueva enfermedad, la Covid-19, que contrajo en agosto del 2020 tras cuidar a su padre, quien resultó positivo a este virus.

«Mis defensas siempre están fluctuando en bajar. Tengo 11 años en remisión, yo creía que estaba, hablando del sistema inmunológico, protegida. Sin embargo, me contagié. Me contagio por cuidar a mi papá, me lo llevo a mi casa a cuidarlo. Estaba él aislado en una habitación, yo era la que entraba a atenderlo», recordó.

Lo primero que hizo al enterarse de su condición fue mudarse temporalmente a casa de su papá y aislarse a una habitación contigua a la de él, para proteger de un posible contagio a sus dos hijos y esposo.

La saltillense de 43 años considera que el mejor antídoto contra este mal fue encomendarse a Dios, al que atribuye no haber presentado síntomas graves que demandaran hospitalización.

«Orábamos todos los días pero si me angustiaba. Mis síntomas fueron muy diferentes a los que se escuchaban en ese tiempo. Empecé a sentir una angina muy inflamada y el oído que me iba a reventar. Fui a checarme con un médico y él fue el que me dijo ‘te recomiendo que vayas a hacerte la prueba'», platicó.

«Me hicieron la prueba. Por mi diagnóstico me pusieron más atención. En ese momento me sacaron mi prueba, era un miércoles. El lunes me hablan de la clínica y me dicen que la prueba está positiva», agregó.

Sandra permaneció lejos de sus seres queridos, a excepción de su padre, del 19 de agosto al 6 de septiembre, logrando vencer la enfermedad por medio de reposo y medicamentos.

«Estoy muy confiada, muy fuerte en la fe en mí. Le dije a mi esposo ‘si yo empeoro, si requiero hospitalización, yo no quiero que dudes en hospitalizarme. No tengas miedo, Dios me ha sacado de muchas y si no me saca es porque es su propósito para nosotros'».

SUFRIR DE DISCRIMINACIÓN

La entrevistada asegura que esta experiencia le hizo vivir en carne propia la discriminación que incluso amigos y vecinos llegan a mostrar contra alguien con Covid-19 pero, al mismo tiempo, le sirvió para decidir a quiénes conservar cerca.

«Recibimos llamadas de gente que nos decía ‘¿Cuánto te pagaron por decir que tienes Covid?’ Pero no nos podemos detener a pelear con ellos. Vivimos mucha discriminación, vecinos míos que supieron que teníamos Covid no pasaban por la banqueta de mi casa, le sacaban la vuelta creyendo que se iban a contagiar», mencionó.

«Conocidos, que creíamos amigos, que supieron que teníamos Covid. Mi esposo tiene un grupo de dos amigos con los que se junta y cuando supieron que teníamos Covid, le dijeron ‘no’ a apoyarlo. Vas valorando a las personas que sí estuvieron contigo», concluyó. (OMAR SOTO / EL  HERALDO)