CINEMATÓGRAFO

“El despertar de la fiera: Dogman”, sin duda una gran opción en cartelera

Convencido en extremo de que el cine tiene que ser la manifestación más honesta de los sentimientos del director transmitidos a su equipo artístico -sobre todo los actores, fotógrafos y diseñadores de arte- y técnico y, expresados en imágenes y sonidos o porqué no, quejidos y reclamos, vuelve a la escena cinematográfica de nuestro país, un trabajo del gran maestro italiano Matteo Garrone, que no hace mucho nos deleitara con su oscura versión de “Pinocho”, ahora dejando muestra de toda la evolución que su cine ha tenido con la cinta, “El despertar de la fiera: Dogman”.

La honestidad e intensidad de Garrone, se materializa en esta coproducción Italia-Francia de 2018, plagada de premios entre los que destaca el de Mejor Actor en el Festival de Cannes a su protagonista Marcello Fonte, narra la historia de Marcello, que es el encargado de una peluquería para perros, un tipo aparentemente tranquilo, buena persona con la mayoría, pero que asume una doble vida, pues no es solo el amistoso peluquero de mascotas, también es un distribuidor y consumidor de droga, situación por la que se mete en muchos problemas, asoleado por los capos.

El hombre, un antihéroe, vive divorciado, pero es amoroso con su hija Alida con quien convive en un entorno rodeado por animales a quienes brindan su cariño, razón evidente por la que la transformación del personaje, a lo largo del filme, resulta poco menos que camaleónica, sentando las bases para la resolución tajante y estrepitosa de un gran conflicto.

El conflicto se centra en una zona periférica italiana, en un escenario decadente, casi rindiendo un homenaje al cine neorrealista de la posguerra, donde se pueden evidenciar las carencias económicas de los habitantes, a las cuales se le une el lastre de la delincuencia, encabezada por la facilidad en la distribución de droga, elemento que detona todo el conflicto dramático del filme, que justo trae al argumento a Simoncino, un delincuente del barrio con quien Marcello tiene una fuerte amistad.

Sin duda, una cinta llena de agresividad y tensión que provocan un ritmo semi lento, tanto visual como emocional, característica primordial del cine de Matteo Garrone, que indudablemente sirve para establecer las grandes prioridades de los personajes y que saca a la luz los miedos que tienen que superar.

El filme visibiliza claramente la enorme brecha económica italiana -dejando claro que en todos lados existe este conflicto económico- y los rudimentarios asentamientos sociales inestables, descansando su crítica social en un argumento tenso y emotivo, que hacen del largometraje una opción sumamente recomendable.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.