CÁPSULAS SARAPERAS  

Pedro Infante

En esta ocasión te platico de una visita que tuvimos en esta hermosa ciudad de Saltillo, pero no vaya a creer que fue una visita cualquiera, estimada y estimado Saltillense, ya que se trató de la visita del máximo ídolo de México, Pedro Infante.

Fue en el año de 1955, mes de abril, cuando el oriundo de Sinaloa arribó a Saltillo para participar en un evento de la Cruz Roja que se realizó en lo que era el estadio Saltillo. Al llegar a la altura del Tec Saltillo, en ese entonces llamado Tecnológico de Coahuila, el oficial de tránsito Vicente Rangel le facilitó la motocicleta Harley Davidson que utilizó el ídolo en aquella ocasión. El recorrido que realizó fue por la calle de Allende, al llegar a la de Victoria giró a la derecha hasta la de Obregón, subiendo unas cuantas cuadras para voltear en Colón y bajar por la de Salazar.

En aquello años vivía aquí en Saltillo una señora llamada Prisca, una mujer grande, de color cocho, con dientes de oro y ojos color verde, a quien el ídolo de México subió en la motocicleta para darle una vuelta por la Alameda antes de hacer su entrada al estadio Saltillo.

Los Saltillenses que se encontraban al interior del estadio, vieron que llegaba una ambulancia de la Cruz Roja, deduciendo que en su interior viajaba Pedro Infante. Pero, para su sorpresa, el ídolo de México llegó montado en la motocicleta, la cual frenó, descendió de ella y empezó a cantar “¿Qué te ha dado esa mujer?”.

Los Saltillenses se arremolinaban por verlo y para saludarlo; las muchachas, para abrazarlo. Al concluir el evento, que era organizado por la Cruz Roja, el ídolo de México recorrió caminando la calle de Victoria, eso sí, tardándose horas y horas, pues no podía avanzar, ya que nadie quería perder la oportunidad de saludarlo.

Tenía planeado hospedarse y dormir en el Hotel Arizpe, al cual llegó a su habitación intentando conciliar el sueño, pero debido al ruido de las porras, las serenatas y demás, decidió salir por la puerta de atrás, cruzar el patio de los transportes Saltillo – Monterrey para dormir, eso sí, plácidamente, en el Hotel Hidalgo.

Don Esteban Alonso Flores mejor conocido como “La Bolita”, fue el bolero que le aseó el calzado a Pedro Infante, quien al día siguiente partió rumbo a la carretera que va hacía Torreón, recorriendo la Calzada Madero, y al pasar el Panteón de Santiago se detuvo en una casa-estanquillo de aquellas cuya ventana levantaban y sostenían con un palo. De espaldas a la ventana se encontraba la dueña, quien calentaba algo en la estufa, cantando “Amorcito corazón”, y al terminar la estrofa escuchó un silbido, momento en el cual volteó y al ver que era el mismísimo Pedro Infante quien silbaba, se desmayó.

Estimada y estimado Saltillense, esta es la historia de la visita del ídolo más grande de México, Pedro Infante a nuestra hermosa ciudad de Saltillo.