El envío de dinero a México mostró récord histórico en marzo, lo que indica la falta de oportunidad de empleo en México, señala Jorge Dávila Flores

Los máximos históricos observados en los últimos meses en este indicador reflejan la pobre recuperación del empleo en el país, debido a la incapacidad del Gobierno Federal por crear un ambiente de oportunidades para que la iniciativa privada pueda generar más empleos

De acuerdo con la información reportada por el Banco de México, el envío de dinero a México en marzo por parte de los connacionales mostró un nuevo récord histórico al sumar un total de 4 mil 151.8 millones de dólares superando a los 4 mil 045 millones reportados el mismo mes del año anterior, esto representa un aumento del 2.6% anual, y del 30.8% con respecto al mes previo, señaló Jorge Dávila.

Los montos históricos mostrados en los últimos meses por vía de las remesas se deben a los apoyos fiscales en Estados Unidos, así como a la recuperación del empleo en aquel país y un tipo de cambio más competitivo, sin embargo, reflejan la falta de oportunidades en México y la incapacidad del Gobierno Federal por crear el ambiente para que la iniciativa privada pueda generar más empleos.

De acuerdo con cifras del IMSS, el déficit anual es de 457 mil 234 empleos, más el millón que no se logró generar en el año para atender a la población que se incorpora al mercado laboral, esto provoca que se incremente la migración a Estados Unidos y se envíen montos mayores de remesas, señaló Jorge Dávila.

Estos niveles históricos son un duro indicador del mal desempeño de la economía mexicana, debido a que reflejan la poca recuperación del empleo en el país, y la incapacidad del Gobierno Federal de apoyar a la iniciativa privada para generar empleos formales, además de que este hecho aumenta la dependencia con el vecino país, señaló el expresidente de la CONCANACO SERVYTUR México.

Este entorno también sumerge más a la economía mexicana en una vital dependencia con Estados Unidos, debido a que, sin los ingresos por remesas, millones de familias tendrían un fuerte impacto en sus finanzas y el consumo global en el país se vería aún más debilitado, situación que empeoraría aún más el mercado interno nacional. México actualmente cuenta con una dependencia comercial y de inversión hacia el país vecino, pero las remesas reflejan ahora una dependencia en el consumo local. (EL HERALDO)