En 1959 la ONU decretó el 20 de noviembre como fecha destinada a reafirmar los derechos de los niños, pero recomendó a cada país elegir el día que más le conviniera y México lo celebra el 30 de abril.
Y en 1989 la ONU emitió la Declaración Universal de los Derechos de los Niños, basada en la Declaración de Ginebra sobre de 1924, que establece 10 preceptos que los gobiernos deben cumplir para garantizar protección y felicidad a la niñez.
Los datos oficiales que cito aquí indican que nuestro país los viola todos; porque más de la mitad de los mexicanitos lejos de estar dedicados a jugar y ser felices, viven situaciones de pobreza, maltrato y violencia.
Los derechos UNO y DOS, consagran la igualdad sin distinción de raza, religión o nacionalidad y protección especial para el desarrollo físico, mental y social de los niños.
Por la desigualdad que existe en México, los casi 39 millones y medio de menores no reciben igual trato.
Los de piel oscura y rasgos indígenas, son víctimas de racismo; más de tres millones trescientos mil tienen que trabajar, algunos desde los 2 o 3 años, y miles han emigrado sin sus padres a Estados Unidos o a entidades diferentes a donde viven sus familias.
TRES. Derecho a un nombre y a una nacionalidad.
Se cumple parcialmente, porque al preguntarles quienes son en lugar de sus nombres algunos contestan “la niña que ayuda a la señora” “el que cuida el coche” “el chalán del jardinero”.
CUATRO. Derecho a alimentación, vivienda y atención médica adecuados.
Veinte millones viven hacinados y sin acceso a los mínimos servicios.
El Censo Nacional de Vivienda 2020 informa, que en uno de cada tres hogares hay carencias alimentarias; 9 millones de mexicanos toman solo un alimento al día y 18 millones, comen menos de lo necesario.
En 2015, el 17 punto 3 por ciento no tenía seguridad social, pero en este gobierno que pregona que primero son los pobres, no la tiene más de la cuarta parte de la población; situación que repercute principalmente en los niños.
CINCO. Derecho a educación y tratamiento especial para niños con alguna discapacidad mental o física.
Si no se cumple en niños sin discapacidades, menos en aquellos que las tienen.
SEIS Y NUEVE. Derecho a la comprensión y amor de los padres y la sociedad y a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación.
En 2020, mil 900 niños fueron asesinados, 14 mil 700 desaparecidos, once mil remitidos a hospitales por lesiones causadas en el hogar o por su propia familia.
En los primeros meses de 2021, 411 niños murieron asesinados; seis de cada diez, reciben malos tratos y castigos humillantes; 329 mil 308 sufrieron agresiones en las redes sociales y decenas son parte de milicias infantiles armadas en Guerrero.
Cientos de miles son violados o acosados, 10 mil niñas menores de 14 años fueron madres en 2019 y la mayoría de los embarazos fue por violaciones, cifra incrementada en la pandemia.
SIETE. Derecho a actividades recreativas y a una educación gratuita.
En la mayor parte de las comunidades no hay parques donde los menores puedan practicar deportes o recrearse.
A tres de cada cuatro escuelas públicas les falta paredes, techos, luz, agua, bebederos, baños, o pupitres.
El Índice de Rezago Social 2015 y 2020 del Coneval revela, que en los últimos cinco años se duplicó el número de mexicanos de 6 a 14 años que no asiste a la escuela.
A esos 5 millones 300 mil, hay que añadir ahora cinco millones doscientos mil que por falta de electricidad o internet para seguir por televisión las clases, abandonaron este año la escuela.
López Obrador recortó el Programa Escuelas de Tiempo Completo que durante décadas ofreció alimentación a casi un millón y medio de estudiantes pobres y su gobierno no ha aplicado la prueba PISA, que mide el desempeño de escolares de 15 años en 89 países.
OCHO. Derecho a estar entre los primeros en recibir ayuda.
AMLO ha dejado sin medicamentos a los niños con cáncer y enfermedades nerviosas; y cuando menos la mitad de los menores de cinco años, no han recibido en su gobierno las vacunas del esquema nacional de vacunación.
DIEZ. Derecho a ser criado con un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y hermandad universal.
Han vivido en una sociedad injusta y desigual y ahora intolerante y dividida por López Obrador entre traidores a la patria, como califica a quienes de él disentimos, y pueblo bueno y sabio como festina a los que lo siguen.
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