Los cambios en los locales de comida rápida podrían permanecer incluso en una época post-pandemia

( (Xinhua/Jorge Villegas)  

Debido al nuevo brote de Sars CoV-2, la entrega de alimentos es esencial para la seguridad y al mismo tiempo ayuda reducir las probabilidades de contagio.

La crisis sanitaria por Covid-19, ha impactado en todos los sectores económicos. Sin embargo, pocas empresas han sido tan afectadas como la gastronomía. Además de fuertes cierres, los locales que lograron mantener sus puertas abiertas, han sufrido una evidente reducción en el tráfico peatonal, suministros más elevados y utilidades más reducidas.

Debido a la polémica al buscar soluciones conforme evoluciona la situación, el estrés que experimentan tanto el personal como los propietarios es inmenso. Donde en la mejor de las situaciones trabajan con márgenes de ganancias claramente reducidos, es por lo que se prevé que entre un 3% y 5% no logre recuperarse ante el nuevo cierre temporal.

Por otro lado, los comercios que pueden, aún mantienen sus puertas abiertas operando solamente con comida para llevar y delivery. Asimismo, los locales de comida rápida adoptaron estrategias viables con el fin de poder subsistir ante la pandemia.

Desde aumentar la frecuencia en la desinfección de mesas y la higiene de los empleados e instalando barreras protectoras de acrílico hasta pedirle a los clientes que utilicen máscaras o cubrebocas. Fueron solo algunas de las principales medidas que las cadenas comenzaron a implementar en sus establecimientos en un comienzo. Asimismo, los empleados han estado utilizando guantes y máscaras, medida que posiblemente podría permanecer incluso tiempo después de que finalice la pandemia.

Otros de los notorios cambios se pudieron observar en el aumento de los carriles para autoservicio, como así también impulsar a las personas a realizar pedidos con anticipación y retirar por medio de las app de sus dispositivos móvil, con bonos de descuento y promociones.

Incluso los establecimientos que normalmente no se consideraban “Take Away”, comenzaron a emplear la metodología de retiro y entrega sin contacto. Además de estudiar y experimentar un modelo “Drive Thru”, el cual puede llegar a ser la mejor de las medidas que podría adaptarse a la inestable práctica de las personas y ser considerada como la alternativa más oportuna y segura, la cual aceleraría el futuro de la innovación digital.

Tan solo en marzo del 2020, Drive-Thru generó $8.3 mil millones en las cadenas de fast food precios, en contraste con los $8 mil millones del año anterior. Revelando que las ventas por este medio simbolizaron el 70% de ventas, transformándose en un “salvavidas” para la gastronomía durante el aislamiento.

Por otro lado, a medida en que la propagación del Sars CoV-2 empujó a los restaurantes a pasar a un modelo de retiro estricto, aquellos locales que no emplearon dicha práctica se vieron forzados a cerrar. Donde conforme a una investigación reciente reveló que más de 1.500 locales sufrieron un cese total de sus actividades de manera permanente como resultado de la pandemia.

Es por ello que los expertos aseguran que la mayoría de las personas continuarán empleando y confiando en las app de entrega rápida como Rappi o Pedido Ya, entre otras. Dado que el “kiosco” más seguro es el dispositivo móvil, solicitando un pedido y  apoyando de manera transparente tanto a los comercios como a los repartidores, quienes claramente son el frente de batalla ante una epidemia.