EL LEGADO DE RAÚL CASTRO Y LA LENTA TRANSICIÓN EN CUBA

Recuerdan esa escena de El Padrino II en la que Michael Corleone, estando en Cuba le dice a Hyman Roth: “Vi una cosa extraña. Unos rebeldes estaban siendo arrestados. Uno de ellos detonó una granada y se mató junto con el capitán a cargo. A los soldados se les paga para pelear, a los rebeldes no.” A lo que Roth le pregunta: “¿Y que te dice eso?”. “Que pueden ganar”, responde Corleone.

Sí, es una película, pero en la realidad a partir del 1 de enero de 1959 la Revolución Cubana triunfa. Y a 62 años de esa fecha, Raúl Castro, sucesor de Fidel deja el cargo de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, lo cual es un paso más en el paulatino relevo generacional en el liderazgo del país, que comenzó en el 2008 cuando Fidel Castro renunció al cargo por motivos de salud.

A partir de ese año, Raúl se convirtió en el sucesor de Fidel y duró 10 años al frente del país. En el 2018, Raúl pasa la presidencia a Miguel Diaz-Canel, discípulo de los Castro que hasta la fecha ostenta la figura de Jefe de Estado. Sin embargo, en un estado totalitario, como lo es Cuba, ser la cabeza del partido oficial no dista mucho del órgano de gobierno.

La renuncia a de Raúl a este puesto, habla de la “descastrización” de la política cubana, pero sólo en intención, puesto que el mismo el mismo Raúl ha dicho que seguirá “con un pie en el estribo”, lo que significa que el líder revolucionario hace como que se va, pero en realidad no se va. No hay duda que el poder es sumamente adictivo.

La transición del mando en Cuba es un caso complejo de estudio, por el impacto histórico, por las instituciones dictatoriales creadas, por la relación con Estados Unidos y Venezuela, por los embargos, por la situación económica y el rezago que ha dejado más de 60 años de régimen.

No obstante, el legado de Raúl, va a marcar la isla por ser el reformista de las políticas que su hermano Fidel nunca quiso flexibilizar como las políticas de viaje para ciudadanos cubanos sin perder sus bienes, la posibilidad de tener un trabajo por cuenta propia que genere ingreso fuera de lo que concede el Estado, la posibilidad de comprar y vender un coche sin el permiso del Estado que solo se les concedía a altos funcionarios o celebridades deportivas, el acceso a Internet público en plazas o poder hospedarse en un hotel de turistas internacionales. ¡Pa’ que valoren lo que tienen!

Viene una nueva era después de Raúl, que ojalá sea aún más “acelerada”, porque desde el triunfo de la Revolución Cubana, han pasado tres generaciones que han visto su país transformarse a paso de caracol con asma.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael