NOCHE EN EL PARAÍSO

Feroz, violenta, desmedida, sangrienta, pero de ninguna manera gratuita o desechable, este potente filme del realizador y también guionista Park Hoon‑jung nos enfrenta al encuentro inevitable de dos personajes enfrentados a la muerte y es uno de los buenos títulos que están en la plataforma de Netflix y que debe ser rescatado por el cinéfilo atento para valorar la carrera del director que, con ocho películas a su haber, combinando la realización con la escritura de los guiones, que está situado entre los creadores esenciales del actual cine surcoreano que hace rato demuestra su vitalidad.

Ésta es la primera película que el realizador escribe y dirige para la poderosa Netflix, en donde despliega sus temas habituales que oscilan entre la violencia, el drama y el choque entre personajes que viven al límite. Su sello parece concentrarse en una mirada en torno a las historias criminales, donde siempre alguien está conectado y enfrentado con otro, tal como sucedía en “New World” (2013) que narraba la historia de un agente de policía infiltrado en los submundos del crimen organizado.

El filme “Noche en el Paraíso” debutó nada menos que en el Festival de Cine de Venecia y fue rápidamente incorporada a la plataforma multifacética del gigante del streaming Netflix. Constituye, a no dudarlo, de una inteligente película con el sello inconfundible de las producciones surcoreanas que tanto éxito han tenido hasta hoy, partiendo de la historia de un joven criminal que trabaja en Seúl para el grupo mafioso liderado por el Yang Do-soo (Park Ho-san), cuyo gran rival es el clan Bukseong, encabezado por el presidente Doh. Esta vida llena de sangre y violencia cotidiana apenas encuentra alivio en compañía de su hermana y su pequeña sobrina.

El filme cambia radicalmente de tono cuando ellas mueren producto de un atentado producto de la temible banda Bukseong. Ante esto, y apoyado por su jefe, Tae-gu logra atacar mortalmente a Doh en un local de sauna, tras lo cual debe escapar y esconderse en la isla de Jeju. Y he aquí que comienza el drama que caracteriza el cine de este realizador: la oposición de fuerzas, el choque de dos personas con fuerzas para cambiar los acontecimientos y ese tono melodramático (en la mejor acepción del término) que se evidencia en los días en que el protagonista debe vivir con el granjero Kuto, antes de viajar a Rusia, que en realidad es un contrabandista de armas, y la sobrina de éste, una chica decepcionada de su mundo y que para colmo arrastra una enfermedad terminal.

Pero falta mucha acción todavía: acuerdos entre bandas, arreglos de las mafias con la policía y la sentencia de muerte que pende sobre el protagonista y la chica enferma en una espiral de violencia que, con elegancia visual a ratos y con sangrienta escenografía después, son la esencia de un filme que juega con las sensaciones y estira la cuerda de la tensión.

Uno de los méritos es que, a pesar del estilo directo, violento y sangriento, se permite combinar también con secuencias contemplativos e íntimos, con predominio de escenas en donde desaparece el diálogo y están enmarcadas por un bello entorno natural, lo que ayuda a digerir con efectividad la violencia desmedida de este particular relato.

Desde luego que no es una película para cualquier espectador, eso es evidente. Requiere de un cinéfilo dispuesto a dejarse llevar y zarandear por un estilo visual que no siempre es el que solemos encontrar en las producciones estadounidenses, por ejemplo. De un espectador dispuesto a entrar de lleno en el juego y dejarse seducir por los giros del relato y la exquisitez de escenas mudas que se contraponen en ese juego de crímenes y venganzas.

Lo que nadie puede ignorar es que el director Park Hoon‑jung posee un estilo visual, una manera de narrar y sabe combinar con precisión y elegancia la destacada fotografía de Kim Young-ho y las buenas actuaciones de Jeon Yeo-been y Eom Tae-goo. Es, además, la demostración de que películas como “Noche en el Paraíso”, han contribuido a fortalecer una industria cinematográfica tan potente como lo es hoy la surcoreana, haciendo que el género del drama criminal siga sacando lustre y alcance niveles inéditos cuando mezcla acertadamente elementos del cine negro, el gore (asco visual) y la elegancia del drama policial íntimo.

Conviene rescatar esta interesante apreciación del filme, que pertenece al crítico Daniel Farriol y que se puede leer íntegra en

Crítica de ‘Noche en el paraíso (Night in Paradise)’: La muerte inevitable

Noche en el paraíso (Night in Paradise) es un thriller fatalista que plantea la muerte como algo inevitable. Los dos personajes femeninos afrontan una enfermedad terminal, mientras que a todos los gánsteres les acecha el espectro con la guadaña en cada rincón. No importa tanto morir si no la manera en que se afronta la llegada de ese momento. Sin miedo y mirándole a los ojos, desafiando su verdadero poder. Park Hoon-jung nos conduce a través de un filme de estética apabullante y muy estilizada que se sirve de la fotografía azulada creada por Kim Young-ho (Final Recipe, The Battle: Roar to Victory) para regalarnos algunos planos de gran belleza plástica. Eso sí, donde la película termina funcionando de verdad es en las secuencias de acción, de persecución y de tiroteos.

Ahí es donde el director se mueve como pez en el agua y saca a relucir toda una coreografía salvaje de sadismo brutalísimo no apto para estómagos sensibles. Algunos le achacarán que se le va la mano con la exagerada tortura que sufren algunos personajes, pero en realidad está en consonancia con la hipérbole que también despliega en el drama. Y es que la credibilidad no es indispensable en este tipo de cine, solo hace falta ver la penúltima escena con un tiroteo de lo más inverosímil. En definitiva, Noche en el paraíso (Night in Paradise) es una película que hará las delicias de los habituales amantes del thriller coreano, sin que vaya a ocupar un lugar de privilegio en su videoteca particular. El resto de espectadores ya saben a qué atenerse”.

 

 

Autor

Víctor Bórquez Núñez
Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación