ZAGAL

Estamos en campaña

Formalmente ha iniciado la etapa del proceso electoral que, como muchas cosas en la vida, o se les quiere o se les odia: las campañas electorales.

Y es que, si bien, las campañas son ese espacio determinado de tiempo que debe ser utilizado para abrir un puente de comunicación entre candidato/a y ciudadano/a respecto de las propuestas que tienen los primeros para beneficio de los ulteriores, acompañado de la promoción para ejercer el voto: lamentablemente, las campañas son, para muchos, una temporada en la que mensajes que tienen años y años repitiendo, vuelven a salir a la luz, solo que ahora quien los emite es diferente -o el mismo.

Los pronósticos para este año no cambian en mucho. Especialmente por el hecho que el proceso electoral actual es considerado el más grande en la historia. En total, se renovarán en todo el país casi 21 mil cargos públicos.

No obstante, igualmente, como muchas cosas en la vida, existen sus excepciones. Hay quienes perciben a las campañas políticas como la oportunidad de acercamiento y apertura al diálogo con aquellos que pretenden ser sus representantes, por ello, aprovechan las campañas para exigir demandas reales con base en su experiencia y mediante el ofrecimiento de posibles soluciones.

Un tema a destacar, se trata del hecho de que, al ser estas las elecciones más grandes de la historia, se de entrada a que lo atípico para el actual proceso, no solo se encuentre en que este se esté realizando aún en periodo de pandemia, sino en que podremos ver de todo tipo de actos de campaña por parte de candidatos/as que pudieran caer en el adjetivo de lo ridículo. De hecho hay lugares donde ya se presentaron, para enterarse de ello busque en google las palabras “candidato ataúd”. Una barbaridad.

Al igual que en el interés de los ciudadanos, en la cuestión del actuar de las y los candidatos, también existen sus honrosas -y no sé si raras- excepciones. Hay candidatos/as que verdaderamente lo que buscan es servir y eso se logra percibir en el desarrollo de sus campañas.

También hay que decirlo, existen otros que saben manejar muy bien el famoso juego de las apariencias…

En fin, las campañas, aunque tediosas, son para aprovecharlas. Escuchar, dialogar, proponer, reclamar, etc. Todo es parte de lo que se necesita para que una campaña valga la pena, que de los dos lados se demuestre voluntad de prosperar. Por el lado de los candidatos, hacerlo para trabajar por y para México; y por el lado ciudadano, también, solo que nuestra ventaja es que tenemos múltiples facilidades que nos ayudan a decidir con quién queremos hacerlo.

También, como mensaje vale la pena recordar aquel viejo chiste donde un político de antaño fallece, y al morir se encuentra con San Pedro y este le dice le dice “haz muerto en gracia así que te voy a dar oportunidad de que elijas donde quieres estar; si en el cielo o el infierno”.

Entonces, van de visita al infierno para mostrarle cómo era el ambiente ahí.  Se encuentran con un ambiente muy agradable, lleno de fiestas, risas y alegría; donde, además, podía reconocer a varios de sus conocidos y amigos de la política.

Después van al cielo y el ambiente allá era todo lo contrario. Más relajado y tranquilo. Todo en calma.

Total, san Pedro le pregunta que dónde preferiría terminar, a lo que el político le dice que su decisión será al infierno porque ahí estaban sus amigos y le gustó más el ambiente.

Tomada su decisión el político se va al infierno y para su sorpresa se encuentra con otro ambiente completamente diferente al que había atestiguado. Pleitos por todos lados, una jungla.

En eso el político se encuentra con uno de sus amigos y le pregunta que qué estaba pasando, que hace poco tiempo había estado ahí y era un ambiente muy agradable.

Entonces su amigo le contesta “Es que estábamos en campaña”.

Reciban un saludo, muchas gracias.

@Dan_Fdz