MÁS AGNÓSTICOS, MENOS CREYENTES

 Según el Censo de Población y Vivienda 2020, recientemente divulgado por el Inegi, hay en México menos católicos que hace una década y adquieren importancia numérica los mexicanos sin religión.

Los datos afirman que 90 millones 200 mil mexicanos de 5 o más años, dijeron profesar la religión católica; 6 millones más que en 2010, y una de las cifras de catolicismo más altas del mundo.

Sin embargo, su proporción respecto al total de población es de 77 punto 7 por ciento; 5 por ciento menos, que hace diez años y más de 10 por ciento menos que a inicios de 2000; lo que confirma un descenso desde 1950.

Retrocedieron también en términos relativos, los cristianos no católicos; actualmente lo son el 16 por ciento de los mexicanos, y los Testigos de Jehová.

En cuanto a religiones no cristianas la primera en México es la judía, con 58 mil adeptos.

El censo reveló significativo aumento, de quienes declararon no tener religión o ser ateos o agnósticos; suman 13 millones 300 mil, 10 punto 6 por ciento de la población y 5 punto 9 por ciento más que en 2010.

El 54 por ciento de ellos, tiene menos de 30 años; los ateos son el 5 punto 4 por ciento y los que creen en Dios, pero sin iglesia el 23 punto tres.

Situación en la que, además del secularismo creciente en la sociedad, han influido los crímenes sexuales cometidos por curas en México y el mundo y que la misma iglesia, calcula ha dejado cien mil víctimas.

En Australia la Real Comisión informó de mil 880 sacerdotes, acusados por 4 mil 447 niños.

En Alemania, el episcopado reportó denuncias de 3 mil 677 personas contra mil 670 sacerdotes.

El gobierno de Canadá afirmó que 12 mil menores tuvieron que ser indemnizados por la Iglesia.

La Conferencia de Obispos Católicos Estadounidenses precisó que entre 1950 y 2002, 4 mil 392 niños fueron violentados y en 2018 los crímenes sexuales se incrementaron; 300 sacerdotes de Pensilvania y 500 de Illinois, fueron acusados por más de dos mil personas y la Compañía de Jesús debió pagar 166 millones de dólares a 470 niños abusados entre 1940 y 1990.

Y el mapa de la pedofilia sacerdotal incluye en lugares destacados a México, Chile, Irlanda, Holanda y Polonia.

El Episcopado Mexicano, siempre cómplice de prelados pedófilos, admitió que 152 sacerdotes fueron retirados de su cargo en los últimos 9 años; pero niega cifras de las víctimas.

Posición que comparte el gobierno de López Obrador ante los crímenes cometidos por los Legionarios de Cristo, contra niños de sus colegios.

Según consigna Bernardo Barranco en su artículo para Proceso del pasado 28 de marzo, la Secretaria de Gobernación respondió a la Cámara de Diputados que no tiene conocimiento de denuncias sobre abusos a menores por parte de miembros de esa congregación fundada por Marcial Maciel; pese a que la misma orden religiosa, los ha reconocido.

El 78 por ciento de quienes en todo el mundo han denunciado a sacerdotes, son hombres que en promedio tenían once años, al sufrir la primera violación.

Entre los casos más horrendos están las declaraciones de 15 niños de entre 8 y 14 años, obligados a participar en actos sexuales con arzobispos.

Y que llevaron a una investigación del Daily Beast, retomada por Carla Ordoñez en una nota de Quinto Poder, revelando que religiosas del convento Speyer de la Diócesis de Colonia, rentaron durante diez años -de 1970 a 1980- a 175 niños huérfanos para que obispos, curas y empresarios, abusaran de ellos.

Las monjas incluso ponían trabas a los procesos de adopción, para no quedarse sin mercancía; los violadores murieron sin castigo y la diócesis se ha negado a reconocer los delitos, exonerando al cardenal Rainer Maria Woelki acusado de taparlos.

No es de extrañar que haya rebeldías frente a esas jerarquías eclesiásticas que ocultan a curas pedófilos y se niegan a bendecir a parejas homosexuales.

Un reciente cable de la agencia EFE informó que sacerdotes austríacos, demandantes desde 2011 de la modernización de la Iglesia Católica, han desafiado al Vaticano y bendecirán uniones entre personas del mismo sexo por considerar que negarlas, es contrario al mensaje del Evangelio.

La Iglesia ha tomado también como rebeldía, la aprobación del Parlamento español a la ley que permite la eutanasia y convierte a España en la séptima nación en legalizarla, tras Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Colombia, Canadá y Nueva Zelandia.

Y pronto podría estar en la lista Chile, porque el proyecto de «ley Eutanasia» pasó al Senado.

 

Autor

Teresa Gurza