LA VACUNA Y LAS QUEJAS

Entre quejas y cambios de sedes, y también entre reconocimientos al personal, avanza en Torreón la aplicación de la vacuna contra el coronavirus, en su etapa de adultos mayores.

Algunos testimonios dan cuenta de que les llevó menos de una hora ir a formarse, recibir la inyección y recibir también un trato sumamente amable del personal de salud y encargados de la logística.

Sin embargo, son mayoritarios los señalamientos en el sentido de que reciben maltrato de las personas que dirigen las formaciones; hay casos muy puntuales y abundantes que refieren esperas de hasta ocho horas para poder recibir la dosis.

La estrategia federal para la aplicación de la vacuna ya fue duramente criticada por el gobernador, Miguel Ángel Riquelme Solís, sobre todo por el trato o maltrato a los ancianos y a las largas horas, muchas de ellas bajo el sol, que deben esperar para llegar a los módulos y poder ser inoculados.

Después de dar preferencia a los de 80 años y más, este miércoles empezaron a ser atendidos los de 70 y más de manera prioritaria, dando cabida también hasta la edad de 60 años. La mayor cantidad de quejas ocurrieron en los módulos del Tecnológico de La Laguna con testimonios de personas que acudieron desde las 6:00 horas y no alcanzaron su dosis.

El cambio a las antiguas instalaciones de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales y la de Derecho, del bulevar Revolución parece haber mejorado un poco la atención. En el caso del estacionamiento del Coliseo Centenario se mantienen los módulos.

En el contexto nacional el martes se habían superado los 205 mil fallecimientos por Covid-19, cifra muy lejana de los 60 mil que el año pasado había pronosticado el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, como “escenario catastrófico”. En el país la aplicación de inyecciones ronda los 10 millones, mucho menos del 10 por ciento de la población.

A pesar de la lentitud de la campaña, el objetivo es inocular a todos los adultos mayores en el presente mes. Hay tiempo para corregir errores y deficiencias y, sobre todo, para sensibilizar al personal en el trato a quienes acuden a recibir la vacuna.