LO ELECTORAL NO APRENDIÓ NADA DE LA PANDEMIA

Me han preguntado últimamente si las campañas han cambiando en algo a raíz del COVID. La respuesta es sí, ahora el reparto de utilitarios incluye los cubrebocas con el logo del partido o del candidato. Más allá de eso, los políticos no han aprendido la lección. Seguimos haciendo campaña a la vieja usanza del periodo jurásico.

Uno esperaría que con las restricciones sanitarias y de distanciamiento, se acabarían los fastidiosos mítines que aglutinan a la base de militantes cautivos de los partidos políticos, sin generar un sólo voto nuevo. Pero no es así, el acarreo, las matracas, los apretujones, los discursos de la estratósfera política siguen cumpliendo su única función: abonar a la paz mental y ego de los candidatos.

Y los partidos políticos siguen vanagloriándose con esas fotos que demuestran el “músculo” que sacarán a relucir el día de la elección, con, sin, o a pesar del Covid. Que importa que sean adultos mayores los convocados al evento político y expuestos al contagio, siempre y cuando se pueda demostrar a los oponentes que el partido está más fuerte y unido que nunca.

De igual manera, nadie se salva de la spotiza que se le receta a los electores. Ese mar de publicidad política sigue inundando el aire y las calles de cada ciudad. Y no olvidemos las redes sociales, que también se encienden entre la polarización de opiniones y las fake news que tratan de incidir en la decisión de las personas que viven más preocupadas por la situación económica y sanitaria, que por elegir entre el menos malo.

Sigue habiendo un ánimo desmedido por hacer campaña negativa. El golpeteo político no quedó atrás, como tampoco las promesas sin sustancia y la falta de causas que unan a la población, más allá del ahora trillado discurso de que con la llegada del nuevo gobierno la gente estará mejor. En la era post-Covid, es lo mínimo que un candidato podría ofrecer.

Sí, la crisis también es oportunidad. En el caso de las campañas políticas es una oportunidad para innovar, pero el electorado siente que los políticos la han dejado pasar de largo. Las tecnologías de la comunicación no solucionan la necesidad de contacto directo. Y los candidatos han quedado cómodos en la misma manera de hacer campaña, pero repartiendo gel antibacterial. Eso es más fácil que reinventar el modelo de comunicación política. La pandemia revolucionó muchos aspectos sociales y económicos, pero lastimosamente, no los electorales.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael