Pervertir a la mujer es pervertir a la humanidad, señala Obispo Hilario González

El Obispo de Saltillo, Hilario González García, aseguró que la celebración del Día Internacional de la Mujer, que tuvo lugar en esta semana, significa caer en la cuenta de cuál es el don, el valor, la naturaleza y la finalidad de la mujer como ser humano, y también en la necesidad de respetar esta condición, en lugar de pervertirla denigrando el importante papel que tienen las mujeres en la sociedad y en la creación.

El mitrado aseguró que en este tiempo de Cuaresma, Jesús viene a cambiar la perversión de las personas en conversión, evitando con ello todo acto de violencia en contra de la naturaleza y la finalidad de la mujer en el mundo.

«Creo que el Día Internacional de la Mujer es la oportunidad en que la sociedad pues valora y reconoce, restaura esta naturaleza, y esta función, este sentido último de la mujer en la creación. Hay que purificar el templo de nuestro corazón, estamos en un tiempo de conversión lo contrario de la conversión es la perversión, y pervertir algo significa un acto de violencia contra la naturaleza, contra el fin natural de un ser o una cosa, y en ese sentido, la perversión de una persona humana es algo todavía peor», expuso el Obispo.

Aseguró que de acuerdo con un documento del Papa Juan Pablo, la mujer no es nada más la que gesta la vida o la que porta la vida en su interior, sino la que ayuda a humanizar a la humanidad.

«Pervertir a la mujer, es pervertir a la humanidad, venga de quien venga, de hombres, de mujeres del mercado de la política, de la pornografía, de quien tú quieras. En ese sentido, el don de la mujer o de la feminidad para la creación, hay que resguardarla, hay que protegerla, reconocer que hay estos actos de violencia o de perversión, denigración, desprecio o infravaloración».

«Si dejamos que la mujer se pervierta nos pervertimos nosotros, porque también en el trato complementario del varón y la mujer, el hombre se dignifica gracias a la mujer y la mujer se dignifica gracias al hombre. Si no vemos esa complementariedad como parte del don de la humanidad, donde se humanizan uno al otro, estamos en contra del plan, no solamente de la creación según las leyes divinas, sino de las leyes naturales, no sólo del punto de vista de la Iglesia, sino también del punto de vista humano», agregó el jerarca católico. (ÁNGEL AGUILAR/EL HERALDO)