A LA BÁSCULA

Los maestros de la ética 

Cuando los gobiernos o los entes públicos manipulan, esconden o niegan la información sobre la ‘cosa pública’ que los ciudadanos tienen derecho a conocer, de manera implícita están otorgando el permiso para que quien quiera, pueda especular, suponer, inferir, sospechar de la manera que quiera hacerlo y, por supuesto la información proveniente de ‘otras fuentes’, no estará apegada a la que suponen quienes estaban en un momento dado obligados a proporcionarla pero que fueron opacos.

Hugo López Gatell, el ‘Zar anticovid’ de México, el mismo que se cansó de darle de palmadas en la espalda a su jefe para conservar la chamba, cuando no sólo justificó, sino que alentó que el Presidente no utilizara el cubrebocas al decir que su fuerza era una fuerza moral, no de contagio; el que a mediados de marzo pasado respondió ‘más o menos’ cuando López Obrador en una mañanera afirmó que en México saldríamos de la pandemia más o menos a mediados de abril (del año pasado) ‘¿Es así Hugo?’. El mismo que dijo que el uso del cubrebocas daba una falsa sensación de protección.

López Gatell, que durante ese marzo del año pasado dijo que cuando mucho la pandemia le costaría a México entre 30 y 35 mil muertes, y que ya en un escenario verdaderamente catastrófico podríamos llegar a los 60 mil fallecidos, cuando hasta la tarde-noche del miércoles la cifra oficial llegó a los 192 mil 488 decesos, es decir, los datos duros ya rebasaron por tres veces más el escenario ‘verdaderamente catastrófico’ que nos dibujó el subsecretario de Salud, y la cifra sigue contando.

Es el mismo personaje que en las conferencias de prensa repitió muchas ocasiones de manera dramática el famoso ‘Quédate en casa’, mientras él, sin el uso del cubrebocas mientras que millones de mexicanos se quedaban en casa, salía a vacacionar en las playas de Oaxaca. Y que por su propia irresponsabilidad por el manejo de la pandemia se contagió de Coronavirus, y toda la información en torno a su estado de salud fue manejada con la mayor opacidad.

Por ello, se especuló que había sido hospitalizado, que estaba grave. El lunes 1 de marzo, el secretario Jorge Alcocer dijo que ni estaba hospitalizado, que estaba en perfecto estado de salud y que en un par de días se reincorporaría a sus actividades habituales, hasta que anteayer un periodista pidió una ‘prueba de vida’, porque López Gatell no aparecía por ningún lado.

Y sí, reapareció de manera virtual para decir que en el resultado que le entregaron este miércoles, volvió a dar positivo, pero previo a su anuncio, una mercadóloga de nombre Adriana Gómez, le captó por la tarde en una plaza de Polanco, caminando con su novia y platicando por un buen rato, ambos la mayor parte del tiempo sin el cubrebocas ¿es ético que alguien que tiene en sus manos el manejo de la pandemia en nuestro país, y que por tanto se supone que tiene toda la información sobre el tema salga a lugares públicos sin usar el cubrebocas, cuando acaba de ser notificado de que sigue siendo positivo y por tanto portador del virus y fuente de contagio?

Lo pregunto porque durante su primera intervención virtual después de su alejamiento debido al contagio, salió a dar clases de ética y moral a los medios de comunicación por haber difundido las fotos donde camina al lado de su novia en la plaza de Polanco, sin el uso del cubrebocas, y sostiene que eso “les aumentará las cuotas de las tarifas de publicidad y otras fuentes de ingreso”, y me imagino de inmediato a los medios reetiquetando sus tarifas por el costo publicitario porque se publicaron las evidencias de un irresponsable López Gatell.

Y ya encarrerado se siguió como si fuera un ‘chipote con sangre…’ que los dueños de medios de comunicación, los jefes editoriales, los columnistas ‘viven de esta parte del morbo, de la especulación, de la intriga y que tienen un nivel extraordinariamente bajo en términos de calidad técnica y periodística, no tienen fuentes, usan rumores. Ojalá que en algún momento suban el nivel, no tengo demasiadas esperanzas a estas alturas’.

Las imágenes que retomaron los medios de comunicación, aparecieron en redes publicadas por una ciudadana que le aclara ‘no soy partido político’, sino una ciudadana indignada por la irresponsabilidad de López Gatell, quien si no fuera subsecretario y ‘Zar anticovid’ nos valdría madre lo que hiciera con su vida. Las fotos son testimoniales, no son rumores, ni especulaciones ni intriga. Son la enésima prueba de su irresponsable actuar.

Es increíble que quien ha manejado tan irresponsablemente la pandemia, quien ha torcido la realidad y la información para conservar su chamba, hoy venga a querer dar clases de ética y de periodismo ¿él ha sido ético y moralmente responsable? Ojalá que algún día subiera de nivel, pero a estas alturas, millones de mexicanos hemos perdido la esperanza, en él como funcionario, y en quienes lo solapan a pesar de su incapacidad y mediocridad. Y esto no es un rumor, no es una especulación, es una afirmación que seguro compartimos millones de mexicanos.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
Otros artículos del mismo autor
Artículo anteriorALGO QUE VALE LA PENA LEER
Artículo siguienteEDICTO
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.