BAJOCERO

 La consolidación del buen cine español 

Dejando atrás las reticencias de algunos espectadores por el acento o por las dudas que genera la incursión del cine hispano en ciertos géneros, este filme se alza como una de las apuestas más estimulantes que nos ofrece la plataforma de Netflix, compañía que sí confía en el valor de los productos españoles, lo que se ve demostrado con el fuerte espaldarazo que ha tenido no solo esta cinta, sino muchas otras películas que desde que comenzara la pandemia del coronavirus ha ido estrenando de manera sistemática una serie de producciones de la Madre Patria, considerando que no tenían espacio en los cines.

Tras el estreno de “Ofrenda a la tormenta” y “Orígenes secretos”, el turno le correspondió a la muy inteligente “Bajocero” del realizador Lluís Quílez.

Nuevamente se inscribe en el denominado como thriller, un género que ha resultado en extremo popular durante los últimos años, con películas en las que el protagonista de esta cinta, Javier Gutiérrez, también era la cara visible. Los españoles saben trabajar este noble género, entendiendo que se debe manejar sin descuido la intensidad de las peripecias, sorprendiendo a los espectadores con golpes de timón muy fuertes, todo ello apoyado claro está en un conjunto de intérpretes que sepan transmitir sentimientos de adhesión o rechazo, de pavor o de empatía.

Este filme parte por contarnos la historia de un traslado de presos, situación que se ve complicada cuando el furgón en donde se encuentran los presidiarios es violentamente atacado, a partir de lo cual el director adopta la inteligente decisión de explicar los acontecimientos y de qué manera esto constituye una tremenda amenaza a la que tendrán que hacer frente.

La presentación de los personajes se hace de manera muy ágil y certera, poniendo el énfasis en que se trata del primer día de trabajo del policía que interpreta Javier Gutiérrez, un tipo idealista que cree con firmeza en las bases de su actividad. Otro detalle importante es que cada uno de los traslados de presos de la unidad son decididos en el último minuto, para evitar de esta manera que los reclusos sepan de este dato con anticipación.

Esa agilidad se agradece, porque no han transcurrido ni quince minutos del metraje y ya se tiene plena claridad respecto de qué vendrá, contando con un guion muy bien estructurado, firmado por el propio Lluís Quílez, también director de la película, y Fernando Navarro los que saben amarrar cada uno de los detalles, evitando los vacíos o las interrogantes innecesarias. Ellos saben a la perfección de qué manera trabajar el thriller, entendiendo a la perfección que su esencia es la adrenalina, el vértigo, la sorpresa constante.

Pero hay que agradecer otro detalle, no menor: esta película tiene personajes. Muchas veces las cintas de acción y suspenso cometen el error de crear solo caricaturas, personajes vacíos o incluso de desperdiciar las posibilidades que cada uno de ellos tiene o puede desarrollar. “Bajocero” tiene personajes creíbles, con historia, con motivaciones. Así, José Gutiérrez y Karra Elejalde se enfrentan, como era previsible, pero detrás de ellos hay historias, situaciones, conflictos y por lo mismo, una entretenida acción que no suelta a los espectadores.

Alguien ha insistido en este mérito: esto no es “Máxima Velocidad”, donde salvo los protagónicos, nadie más era destacado, no existían personajes ni motivaciones que avalaran tanto descalabro. Acá, en cambio, si bien no todos son debidamente presentados, existe una intención y una razón en este juego entre los presos que desean escapar y las exigencias que impone el asaltante y que el protagonista no piensa conceder.

El director Quílez sabe sacar el mayor provecho de este escenario, dotando a sus imágenes de una fuerte densidad dramática y elaborando una puesta en escena que resalta lo opresivo, lo claustrofóbico de toda esta enervante situación, incluyendo los momentos que transcurren en el exterior -¡qué gran elemento dramático esa densa niebla que no deja ver qué es lo que sucede más allá de nuestras narices!- y, especialmente, la extrema tensión en el interior del furgón.

Desde el guion hay un buen juego en esto de ir dilucidando de a poco las motivaciones que tiene el asaltante, porque el espectador va atando cabos, va tratando de anticiparse a lo que de verdad sucede, con sus deseos evidentes de venganza que, una vez conocido el porqué, imprime un giro completamente distinto (e impactante) al conjunto de la película.

De esta manera, todo va explicándose de manera pausada, lo que otorga una progresión lógica a un relato que, en otras manos, hubiese sido solo desbordes, sangre y pirotecnia. Así, esta historia respira, alcanza estatura y lo mejor, entretiene sin rodeos innecesarios.

Es obvio que no se puede adelantar un solo detalle del desenlace de ‘Bajocero’ donde solo puede revelarse que está a la altura de su desarrollo, humanizando una situación que se hacía casi irrespirable. Desde luego que -hasta ahora- este filme es la mejor película española estrenada por Netflix, un magnífico thriller que logra mantener la intensidad y sensaciones que caracterizan a los personajes y cerrar por todo lo alto la historia que nos cuenta.

En síntesis: una demostración clara y fehaciente del talento del director para generar tensión e intriga en un ambiente reducido, aprovechándolo de manera cinematográfica perfecta y la constatación de cuánto provecho ha sabido sacar el cine español, posicionándose en la actualidad como una de las cinematografías más potentes en materia de estrenos y presencia en la plataforma de Netflix. Imperdible vehículo para los aficionados a este tipo de género y un buen momento para dejar atrás esas reticencias respecto del problema del acento que, hasta ahora, alejaba a algunos del cine hispano.

FICHA TÉCNICA

España. Título original: Bajocero. Año: 2021. Duración: 106 min. Dirección: Lluís Quílez. Guion: Fernando Navarro, Lluís Quílez. Música: Zacarías M. de la Riva. Fotografía: Isaac Vila. Reparto: Javier Gutiérrez, Karra Elejalde, Luis Callejo, Patrick Criado, Andrés Gertrudix, Isak Férriz, Miquel Gelabert, Édgar Vittorino, Florín Opritescu, Ángel Solo, Àlex Monner, Sebastián Haro. Productora: Morena Films, Amorós Producciones, TVE, ICIC (Distribuidora: Netflix).

 

Autor

Víctor Bórquez Núñez
Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación