A UN AÑO

El 27 de febrero de 2020, se registró en la Ciudad de México el primer caso de Covid-19 en un capitalino llegado de Italia.

Y el 23 de marzo, el gobierno inició la Jornada Nacional de Sana Distancia.

Parecía íbamos por buen camino, pero el mal manejo posterior de la pandemia y los consejos presidenciales a salir, ocasionaron que en abril tuviéramos 19 mil 224 infectados y mil 859 fallecidos; con edad promedio de 46 años y más hombres que mujeres.

Ahora, oficialmente tenemos dos millones 52 mil contagiados y 181 mil muertos; y fallecen tres veces más, en hospitales públicos que en los privados.

Pero la táctica del gobierno es “voy derecho y no me quito” y si quiere usted usar cubrebocas bien y si no también, “porque no somos autoritarios”.

Los investigadores de la OMS no han descubierto el origen de este coronavirus; pero descartaron haya salido de un laboratorio de Wuhan, la ciudad china donde el 31 de diciembre se informaron los primeros casos del virus que ha matado ya, a más de 2 millones 480 mil personas.

Y tras cuatro semanas indagando se retiraron con preguntas sin respuestas, porque China ha omitido datos; pero aseguran que en diciembre el virus circulaba en otros lugares y no solo en el mercado.

Que el contagio viene de alguna de las más de mil 400 especies de murciélagos, son más que cualquier orden de mamíferos a excepción de los roedores.

Que el camino fue de murciélago a un segundo animal y de ahí a los humanos; se ignora cuál y en dónde, podrían ser conejos, ratas del bambú o tejones; y también la razón para que, siendo portadores de muchos virus, sus sistemas inmunitarios no presenten síntomas.

Y no cerraron la posibilidad, de que la trasmisión pudiera ser por alimentos congelados.

Las investigaciones indican que los infectados con Covid-19, adquieren inmunidad por cinco meses y suelen tener secuelas físicas y mentales.

Que se propaga más al hablar, que al toser; por eso la distancia de cuando menos dos metros y la ventilación y que es raro el contagio por tocar superficies.

Que hay vinculación entre enfermedad de las encías y covid grave, por lo que urge reforzar la higiene bucal con hilo dental y cepillado de lengua y encías.

Aconsejan consumir antivirales en cuanto se advierta el primer síntoma y desaconsejan los analgésicos, porque podrían frenar la respuesta inmunitaria; en todo caso, solo paracetamol.

Actualmente preocupan tres variantes: británica, sudafricana y brasileña; algunos científicos aseguran que la primera, podría socavar la protección de las vacunas; otros sostienen, que las mutaciones son “normales”.

Antonio Fauci especialista estadounidense en inmunología, adelanta que el uso de la mascarilla se extenderá todo el 2022 y pide usar dos juntas para mayor protección.

Pero López Obrador, su encargado de la pandemia y el arzobispo de Tamaulipas, predican que usar cubrebocas no sirve; en el pecado han llevado la penitencia, porque de los tres solo falta que se nos contagie el monseñor.

Dado que la enfermedad circulará durante años, la esperanza son las vacunas; pero si los países pobres se quedan sin ellas porque los ricos las acaparan, podría seguir más allá del 2023.

Cuba y Costa Rica buscan promover un turismo que una la vacunación, al disfrute de sus bellezas naturales.

Vacunarse no impide el contagio, pero sí la gravedad y debe seguir el uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y sana distancia.

La AstraZeneca funciona mejor aplicando la segunda dosis, a tres meses de la primera y no a los 21 días como se decía.

México carece de vacuna propia porque ha reducido recursos a educación, investigación, y salud.

Al respecto, la viróloga del Instituto de Biotecnología de la UNAM, Susana López Charretón, alertó en El Universal sobre la carencia de virólogos, hay 120 para todo el país, y cuestionó que el plan de vacunación priorice municipios rurales distantes y no los urbanos más poblados.

Ha sido vacunado apenas al uno punto 4 por ciento de los mexicanos, mientras que países con menores recursos como Chile, llevan el 25 por ciento; aún no concluye la de médicos y enfermeras y no se ve para cuando termine la de adultos mayores; en Ecatepec, por ejemplo, ha habido desorganización y los viejitos han debido esperar hasta 12 horas en fila para poder ser vacunados.

Y como agarramos lo que caiga, las 200 mil vacunas rusas y 200 mil chinas llegadas esta semana, irán a los municipios con mayor mortalidad.

Afortunadamente donde hay inversión y estudio, la Ciencia avanza; y acaba de informarse que el medicamento EXO-CD 24, del Centro Médico Ichilov de Tel Aviv, curó 29 de 30 enfermos graves.

 

Autor

Teresa Gurza