A LA BÁSCULA

Huele a gas 

Por todo y por nada, un día sí y otro también, el presidente de México arremete contra ‘los de antes’ con quienes pide que no los comparen porque, sostiene, ‘no son iguales’. En el mismo saco de neoliberales, conservadores, fifís y corruptos, mete igual a empresarios, periodistas, y a todo aquél -así sean ciudadanos comunes y corrientes- que piensan contrario a las ideas que él tiene, y por supuesto que esa selecta lista la integran también ex gobernantes y políticos –excepción hecha, claro, de quienes ya fueron purificados por su ingreso a Morena-.

Todos los integrantes de esa lista presidencial, son siempre los escudos con los que se trata de evadir la responsabilidad y la realidad por las acciones adoptadas por la actual administración, y que en muchos temas se han ido de bruces por la falta de planeación, programación, y de capacidad.

Manuel Bartlett Díaz, experto en caídas de sistemas, ha demostrado en el tiempo que tiene como director de la Comisión Federal de Electricidad, su gran incapacidad y una enorme irresponsabilidad para mantenerse al frente de una dependencia tan importante y sensible como lo es la CFE. Si algo nos ha quedado claro es que anacrónico por obsoleto, como funcionario público.

Ya en el anterior mega apagón que se registró en México el 28 de diciembre pasado se comprobó -porque no le quedó otra al Gobierno Federal-, que la CFE y su director general, no sólo mintieron, sino que falsificaron un documento para inventar que éste se había debido al incendio en unos pastizales en el estado de Tamaulipas. Al final, la burda mentira quedó al descubierto y aunque se admitió el engaño, no hubo ninguna consecuencia para nadie por tan grave y lamentable hecho.

En agosto pasado, en una de sus mañaneras, el Presidente dijo que su gobierno estaba analizando la posibilidad de vender a Asia los excedentes del gas natural existentes en nuestro país que, aseguró, de manera ‘irresponsable’ y sólo para hacer negocio, compraron durante mucho tiempo los ‘neoliberales’, pero su gobierno le pondría un alto porque ya nuestro país incluso no tenía capacidad para almacenar tales volúmenes del hidrocarburo que alcanzarían para cubrir las necesidades de México por los próximos 30 años.

Otra vez el nuevo apagón, presuntamente provocado por el mal tiempo en Estados Unidos y el norte de nuestro país, volvió a evidenciar las mentiras que desde el púlpito presidencial, se escupen cada mañana. México tuvo que comprar de emergencia cuatro buques con gas natural licuado ¿Qué no por la irresponsabilidad de los neoliberales que compraron gas solo por negocio, teníamos reservas para cubrir las necesidades del país por los próximos 30 años? ¿Dónde quedaron esas reservas que seis meses después del dicho, no aparecen por ningún lado? ¿Qué no uno de los principales mandamientos de la autoproclamada Cuarta Transformación es no mentir, no robar y no traicionar?

En los casos de estos dos últimos apagones registrados sobre todo en los estados del norte, y que han provocado millonarias pérdidas, se ha dado una ley natural: que la suciedad siempre sale a flote. Las mentiras han sido monumentales ¿y eso no es también una forma de traicionar al pueblo de México arguyendo falsas excusas? ¿y qué no quedamos que no son iguales a los otros, si se sigue mintiendo con un enorme cinismo, al igual que ‘los de antes’? ¿cómo diferenciarlos pues?

En esta administración, ya nos ha tocado vivir un par de situaciones extremas: primero con el pretexto de combatir el huachicoleo, se generó un gran desabasto de gasolina en la mayor parte de las entidades de nuestro país; y ahora por la falta de energía eléctrica, mucha gente sobre todo del noreste de nuestro país, se quedó a oscuras y en medio de temperaturas gélidas. En una parte también ante la falta de energía eléctrica, se quedaron sin telefonía, tanto fija como celular.

Ese tipo de manifestaciones son verdaderamente preocupantes porque denotan una total falta de planeación y programación en áreas sumamente sensibles y delicadas para el funcionamiento del país. Al menos en la CFE, el presidente debiera ya dejar de lado su paternalismo y proteccionismo hacia Manuel Bartlett y sustituirlo por alguien que demuestre que tenga no solamente la capacidad y el profesionalismo que el área exige, sino que tenga también capacidad de adaptación a los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías, algo que el viejo político parece ya no tener.

En esto del más reciente apagón y las supuestas reservas, huele a gas. Indudablemente.

 

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@JulianParraIba