DE APAGONES Y EXCUSAS

 

Los apagones que entre lunes y martes afectaron a 26 entidades federativas del país, sobre todo los del norte, fueron producto de las tormentas invernales en los Estados Unidos, pero también de la ineficiencia del gobierno federal.

El presidente Andrés Manuel López Obrador se apresuró, como es su estilo, a culpar a los anteriores gobiernos. No podía ser de otra manera, pues el candidato presidencial que durante dos sexenios tuvo la solución para todos los problemas del país, hoy, en su papel de jefe de la nación, solo tiene pretextos y excusas.

Así, culpó de lo sucedido a sus antecesores al señalar que en los últimos años no ha habido ni un plan para extraer gas en México y así suplir el déficit del hidrocarburo para la producción de energía. Inmediatamente el Clúster de Energía de Coahuila le enmendó la plana; precisó que antes del inicio de la 4T como gobierno, la Secretaría de Energía presentó un plan quinquenal para la exploración y extracción de hidrocarburos, pero que en el sexenio lópezobradorista se cancelaron licitaciones y asociaciones de Pemex con empresas privadas. Especialistas en el tema coinciden en apuntar que la política energética del gobierno morenista acusa un rumbo errático.

En Torreón abundaron las quejas de vecinos de por lo menos 80 colonias y en el sector empresarial fueron mínimos los daños –un 10 por ciento de las instalaciones-, comparados con las regiones sureste, centro y norte de Coahuila, donde todavía ayer no se reponía del todo la energía eléctrica.

El lunes que los medios entrevistaron al delegado del gobierno federal en Coahuila, Reyes Flores, este niega que haya apagones y asegura que el servicio de energía “está funcionando de manera normal”. No es de extrañar la actitud del expanista, pues ya es común verlo a 20 cuadras del desfile, muy ajeno a su responsabilidad. Por supuesto, las reacciones no se hicieron esperar por vecinos de colonias saltillenses que se quejaron de que tienen tres días padeciendo la falta de agua y luz.

Estos apagones y sus millonarias pérdidas vuelven necesaria la revisión de la contrarreforma energética, a pesar de las excusas de la 4T.