Disminución de anticonceptivos en pandemia provocaría hasta 202 mil embarazos no planeados en adolescentes

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Ciudad de México.- La pandemia de coronavirus está limitando el acceso y uso de anticonceptivos en el país, cuyo impacto más grave se vería entre adolescentes con hasta 202 mil embarazos no planeados durante 2020 y 2021, de acuerdo con un análisis del Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

Las necesidades insatisfechas de anticoncepción podrían incrementarse de 29.6% en un escenario moderado y hasta 38.4 por ciento en un escenario pesimista a raíz de la contingencia sanitaria, según la proyección del Consejo en su Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2020.

Animal Político publicó que de hecho, la pandemia agudizaría el problema, pues ya había disminución en la disposición de anticonceptivos, pues en 2019 se entregaron 14% menos anticonceptivos temporales que en 2018.

Esto significó que 78 mil 915 anticonceptivos no llegaron a usuarias del sistema IMSS Bienestar, con las disminuciones más considerables en Nayarit, con 50% menos; Querétaro, con 47% menos y Jalisco, con -31%, según estadísticas del Instituto.

En pandemia se agregaron más complicaciones, como la insuficiencia de personal que brinde servicios de salud sexual y reproductiva; las medidas de distanciamiento social que impide tener certeza sobre si se está llevando a cabo una distribución suficiente y oportuna de los métodos anticonceptivos en la cadena estatal.

Además, ante los impactos socioeconómicos y los riesgos sanitarios de contagio, las mujeres acuden mucho menos a los servicios de salud; y la conversión de unidades de salud para la atención de COVID-19 ha implicado una reducción en el acceso habitual a servicios de anticoncepción, sobre todo el dedicado a población adolescente, explica el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en el Observatorio Género y COVID-19 en México.

Esto tendría un impacto en el número de embarazos no deseados que van de los 191 mil en un escenario moderado hasta 202,770 para un escenario más complicado, advierte el CONEVAL en su análisis sobre los impactos de la pandemia entre niños, niñas y adolescentes.

Si bien los servicios estatales de salud han entregado anticonceptivos a las usuarias hasta para tres o cuatro meses, han hecho promoción del uso de anticonceptivos de larga duración y habilitaron una línea telefónica nacional de orientación sobre servicios de salud sexual y reproductiva, se requieren más acciones, advierte GIRE.

A nivel federal, se requiere difundir una campaña de comunicación efectiva y bajo un marco de derechos humanos sobre anticonceptivos en el contexto de la contingencia sanitaria (disponibilidad, obtención, gratuidad) y mantener diálogo con organizaciones de la sociedad civil comprometidas con el tema.

Mientras que a nivel estatal, se necesita reubicar personal y garantizar servicios en unidades de salud de primer nivel. Incrementar el acceso de anticoncepción de emergencia, y alianzas con iniciativas para enfrentar la violencia de género. También atender anticoncepción post evento obstétrico y replicar campañas de comunicación.

Más consecuencias

Otra afectación indirecta de la pandemia por COVID-19 es el riesgo de revertir los avances en materia de cobertura de vacunación. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF, diversas campañas de vacunación fueron suspendidas en todo el mundo como producto de la reducción de presupuestos, saturación de sistemas de salud y otros efectos de la pandemia, lo que produjo una disminución sustancial en el número de niñas y niños que han recibido las tres dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina desde principios de 2020.

Otro problema para menores de 18 años es que ante la crisis económica derivada de la pandemia hay pérdida de empleos, reducción de los ingresos e incremento de la pobreza y con ese contexto, los niños, niñas y adolescentes desertan de la escuela para incorporarse al trabajo.

Sobre todo en espacios públicos o sin condiciones adecuadas de higiene, lo implica riesgos importantes para la salud y son las niñas, sobre todo, quienes más se integran en las actividades más expuestas a la pandemia, como el comercio, trabajo doméstico, de limpieza y en la venta ambulante, advierte el CONEVAL.

Sólo hasta 2017, el panorama ya era complicado pues el Módulo de Trabajo Infantil de la ENOE, revelaba que 11% de los niños, niñas y adolescentes se encontraban en situación de trabajo infantil. Más de 7% de 5 a 17 años no asistía a la escuela, debido a la falta de recursos económicos y trabajo.

Sin embargo, las mujeres son quienes empiezan a trabajar en edades más tempranas. 8.2% de niñas de 5 a 9 años se encontraban trabajando, mientras que en niños la proporción era de 4.4%. En tanto, entre la población de 10 a 14 años, 36.3% de las niñas trabajaba y 32.2% de niños.

A esto se suma que la pérdida de ingresos o del empleo en los ámbitos familiares puede conducir a situaciones de tensión y fricción que podrían desencadenar escenarios de violencia hacia la población menor de 18 años. (ANIMAL POLÍTICO)