AVISO DE CURVA  

Todos los hombres de Miguel Riquelme

 Enero de 2021 se confirma como una fecha clave para la política en Coahuila. Ha sido cuando el gobernador Miguel Riquelme Solís, a decir de las opiniones periodísticas que suscitaron los enroques, nominaciones y nombramientos más recientes, consolida su posición como rector del equilibrio de poder entre los distintos grupos y, además, siembra la semilla para conducir la sucesión en 2023.

En el centro del análisis se encuentran las modificaciones en las posibilidades de los aspirantes para distinguirse, en su momento, con la candidatura del PRI a la gubernatura del estado. Para lo cual, considero, habrá que considerar el cambio en la posición estratégica de cada uno de ellos a partir de los recientes reacomodos, los resultados que obtengan en las próximas elecciones quienes competirán por un cargo y, por último, su cercanía con el gobernador Riquelme quien, por cierto, durante las pasadas comicios para renovar el Congreso local, en donde el PRI se llevó el carro completo, demostró tener el control de la estructura territorial y sectorial de su partido.

Tres nombres, entre los cuales podría encontrarse en el futuro el posible sucesor del actual mandatario estatal. Dos de la capital, uno de Torreón. Todos varones (el PRI y el resto de los partidos en Coahuila deberán poner atención en la cuota de género, ya que en 2023 habrá únicamente dos elecciones para gobernador, así que en Coahuila o el Estado de México tendría que ser una mujer la candidata; vaya adelantando que Morena no tendrá ningún problema, ya que una dama, maestra, por cierto, será la elegida por este partido en Edomex).

Aunque existen otros actores políticos recientemente ascendidos al gabinete estatal o que en la próxima elección podrían obtener triunfos destacables, la realidad es que los primeros tres son quienes se encuentran en el plano alto de la candidatura del PRI en 2023.

Entre los primeros se encuentra José María Fraustro Siller. “Chema”, como se le conoce, se ha registrado por el PRI para contender por la alcaldía de Saltillo. De obtener el triunfo, según el vaticinio de las encuestas, el ex rector de la UA de C podría presumir el carné más completo de todos los aspirantes.

Del ámbito educativo a la gobernación, pasando por encabezar al Legislativo y, muy pronto, posicionándose como el alcalde de la capital. No cualquiera puede contonearse con estos logros políticos. Además, aseguran los analistas, que el hándicap del ingeniero Fraustro es ese valioso recurso político de encajar en todos los grupos; a más de presumir un expediente libre de nota negativa.

En seguida (usted fije la distancia), se encamina con paso firme el torreonense Eduardo Olmos Castro. El exalcalde de Torreón, recientemente erigido como Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso local, es quien mantiene el vínculo más cercano con el gobernador Miguel Riquelme.

Al mismo tiempo, a Olmos Castro se le atribuye la arquitectura y la ingeniería que permitió al PRI recuperar los cuatro distritos locales de La Perla de la Laguna durante las pasadas elecciones; sentando las bases, además, para que, al menos en las encuestas, los tricolores se encuentren en una posición inmejorable para reconquistar la alcaldía.

Luego, otro de los hombres del gobernador que destacan por encima del resto, es Manolo Jiménez Salinas. Sin duda, el alcalde de Saltillo es quien tiene los mayores bonos entre el electorado. Igualmente, se mantiene como uno de los alcaldes mejor evaluados a nivel nacional, en parte, gracias a los destacados resultados que se han presentado en materia de seguridad, ubicándose la capital del estado entre las ciudades más seguras del país.

Sin embargo, una vez realizados los recientes enroques y nombramientos, el futuro de Jiménez Salinas luce incierto. De no ubicarse en alguna posición estratégica, una vez concluida su labor al frente del municipio, las expectativas de los electores, así como la proximidad con el Gobernador del Estado, podrían comenzar a enfriarse.

No obstante, como atinadamente lo describen quienes lo conocen, Manolo Jiménez “no es un político que no tenga un plan, y mucho menos es alguien que no lo lleve a cabo”.

Por otra parte, considerando la trayectoria, posición estratégica y cercanía con el mandatario estatal, podemos identificar una segunda línea en el atril gubernamental. Destacan, Jericó Abramo Maso que será de nueva cuenta diputado federal; Ramón Alberto Cepeda, en caso de lograr el triunfo en Torreón; así como los nuevos fichajes del gabinete, Fernando de las Fuentes Hernández y Enrique Martínez y Morales.

Por último, bajo el riesgo de crear polémica por el nombre que voy a anunciar, no descarte a un diputado local originario de la capital, quien podría, en determinado momento y considerando ciertas circunstancias muy específicas y extraordinarias, ser arropado por el grupo político con mayor arraigo en las estructuras territoriales del PRI. Acertó usted: Álvaro Moreira Valdés.

 

olveraruben@hotmail.com