¿QUÉ LE ESPERA A MÉXICO Y LATINOAMÉRICA CON BIDEN?

“Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” es una frase de Nemesio García que se le atribuye a Porfirio Díaz, y que resume un lamento histórico sobre la asimetría que existe en la relación entre ambos países. Sin embargo, a unas cuantas horas de que Joe Biden asuma la presidencia, creo que habrá algunos cambios en la manera en la que Estados Unidos ve a México y a Latinoamérica.

En circunstancias típicas, el cambio de gobierno hubiera pasado de largo, pero en el contexto del Covid, lo disruptivo que fue Trump y los problemas internos que heredará Biden, tener vecinos aliados debiera ser prioridad para la nueva administración.

No sabemos exactamente cuáles serán las políticas públicas y diplomáticas de Biden hacia México y Latinoamérica, pero lo que sí es claro es que habrá un cambio de tono en las relaciones internacionales. Trump era el bully que sólo era cordial cuando había sumisión. Caso contrario, agredía a punta de tuitazos a quien no cumpliera sus deseos.

En el caso de México, López Obrador pudo llevar una relación relativamente estable bajo esos términos. El punto más álgido fue cuando Trump amenazó con imponer aranceles y a cambio tuvo que funcionar como policía fronteriza para frenar a los migrantes. Pero a la postre, los mandatarios se entendieron al punto que Donald llegó a llamarle a Andrés Manuel, Juan Trump.

Ahora las cosas serán distintas para AMLO. Primeramente, tendrá que construir confianza con Biden después de su alineamiento con Trump y calmar la molestia de la DEA y el Departamento de Estado por la exoneración fast track del General Cienfuegos, y posteriormente ganar credibilidad en la mesa bilateral del combate al narcotráfico.

Otro caso interesante será el de Venezuela. Biden ha invitado al embajador de Juan Guaidó a la toma de protesta, lo cual deja entrever que habrá continuidad en el reconocimiento de la oposición venezolana como gobierno legítimo del país, aunque en la praxis Maduro sigue consolidado en el poder.

Biden también tendrá que poner foco en los países centroamericanos por el flujo de migrantes y los escándalos de separación de padres e hijos en los centros de detención, creados, por cierto, en la administración no de Trump, sino de Obama. Y en temas migratorios, parece que hay buen ánimo para darle a los Dreamers una vía para legalización permanente, lo cual beneficiaría a 700,000 jóvenes de origen latinoamericano.

En este contexto llega el nuevo presidente. Nuevos aires a la Casa Blanca que también refrescan a Latinoamérica.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael