Las 3 prioridades de Joe Biden en sus primeros 100 días de gobierno

(Xinhua/Liu Jie)

Washington.- Joe Biden tiene ambiciosos planes para sus primeros 100 días en el cargo. El demócrata, quien asumirá el miércoles como el 46 presidente de Estados Unidos, ha prometido actuar con rapidez para enfrentar la pandemia de COVID-19 y la crisis económica que golpea al país.

Su misión al frente de la Casa Blanca será, en primer lugar, revertir muchas de las políticas adoptadas por su predecesor, el republicano Donald Trump. Se comprometió a regresar al acuerdo sobre cambio climático de París «en el día uno». Trump anunció en 2017 sus planes para abandonarlo, lo que le generó críticas en todo el mundo.

Expansión publicó que el presidente electo también echará por tierra de inmediato la prohibición impuesta por su antecesor a los vuelos desde varios países musulmanes, señalada como islamofóbica.

En un comunicado difundido el sábado, el equipo de transición del presidente electo anunció que Biden firmará decenas de decretos durante los primeros de decretos. Aunque muchos se sus planes se pueden hacer realidad con unas simple firma, aún le tocará esperar que el Congreso dé su visto bueno para otros.

Estas son las principales promesas que Joe Biden intentará cumplir en sus primeros 100 días en la casa Blanca.

Una reforma migratoria

Cuando una nueva caravana de migrantes centroamericanos —la más grande hasta el momento— se dirige a Estados Unidos, se dio a conocer que Biden enviará al Congreso una iniciativa de reforma migratoria en los primeros días de su gobierno, de acuerdo con reportes de medios como Los Ángeles Times y The Washington Post.

De acuerdo con el Post, la propuesta legislativa será enviada el mismo miércoles, después de la investidura. Según el medio, la reforma incluirá una vía a la ciudadanía para inmigrantes sin estatus legal y una expansión en las admisiones de refugiados. El gobierno de Trump avisó de que en 2021 sólo podrá acoger 15 mil refugiados, la cifra más baja en la historia del país.

La pieza central del plan de Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris es la vía de ocho años, que pondría a millones de inmigrantes calificados en un estado temporal durante cinco años y luego les otorgaría la residencia permanente una vez que cumplan con ciertos requisitos como como verificación de antecedentes y pago de impuestos. Podrían solicitar la ciudadanía tres años después, señala el reporte del Post.

Los inmigrantes deberán de haber estado en Estados Unidos el 1 de enero de 2021 para poder calificar, una medida que tiene por objetivo evitar incentivar la inmigración irregular al país.

En diciembre pasado, Susan Rice y Jake Sullivan, asesores de política nacional y seguridad nacional de Biden, señalaron a la agencia EFE que «la situación en la frontera no se transformará de la noche a la mañana».

Ambos dejaron en claro que el nuevo gobierno tardará «meses» en restablecer el proceso de asilo en la frontera con México y consideraron que «ahora no es el momento» de que los migrantes viajen hacia el norte.

El proyecto de ley proporcionaría un camino más corto hacia la ciudadanía para los cientos de miles de personas con estatus de protección temporal y beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). De acuerdo con el reporte de Los Ángeles Times esto también comprendería a ciertos trabajadores esenciales de primera línea, pues un gran número de ellos son inmigrantes.

La iniciativa contempla además la implementación de tecnologías para patrullar la frontera.

El plan del presidente electo ha sido bien recibido por los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes y los legisladores demócratas quedan trabajado duro para reformar el sistema inmigratorio durante décadas. Pero también puede ser complicado de aceptar por los congresistas republicanos, lo que complicará su aprobación.

«No es solo la reforma migratoria, sino también las órdenes ejecutivas», dijo Héctor Sanchez Barba, director de la organización Mi Familia Vota, a Politico. «Nos quedamos completamente anonadados con el plan de inmigración y el nivel de claridad”, dijo por su parte Jess Morales Rocketto, la directora ejecutiva de la organización Care in Action.

Biden cuenta con la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes y con un control limitado del Senado, que se encuentra dividido 50-50, por lo que el proyecto tiene buenas posibilidades de prosperar.

Salvar a Estados Unidos de la crisis económica

El presidente electo ya se adelantó, y el jueves detalló un plan de 1.9 billones de dólares para enfrentar lo que llamó «las crisis gemelas de la pandemia y la economía que se hunde”. Este desafío supera al que tuvo que enfrentar como vicepresidente de Barack Obama cuando asumió el caro a raíz del colapso financiero de 2008.

El plan prevé pagos de mil 400 dólares a las personas por debajo de ciertos niveles de ingresos, el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora, la extensión de los beneficios por desempleo y nueva asistencia a las atribuladas ciudades y estados.

Para ayudar a las pequeñas empresas a disponer de liquidez, el plan Biden prevé 50 mil millones de dólares.

Los fondos para los estados, ciudades y otras colectividades locales son uno de los principales temas de desacuerdo entre republicanos y demócratas. Joe Biden quiere obtener 350 mil millones de dólares para permitirles pagar personal de salud, bomberos, policías y maestros.

Esto puede complicar la aprobación del plan de Biden porque los demócratas tienen una mayoría muy estrecha en la Cámara Alta.

En las próximas semanas, Biden anunciará un plan de inversión para reanimar la economía. Biden dijo que creará millones de empleos «bien pagados», responderá a la crisis del clima y enfrentará la desigualdad racial.

Se alcanzarán estas metas, explicó Biden, a través de nuevas inversiones masivas en la infraestructura del país y por medio de un ambicioso plan para reducir las emisiones de carbono con el objetivo de lograr el punto de neutralidad en 2050.

Todo esto será financiado con un aumento de los impuestos corporativos y de los impuestos personales a individuos que ganen más de 400 mil dólares por año.

Será Janet Yellen, quien se espera que se convierta en secretaria del Tesoro, equivalente a ministra de Economía y Finanzas, quien deberá liderar las negociaciones con los legisladores en nombre del gobierno.

Biden quiere moverse con rapidez y también ayudar a los restaurantes, bares, hoteles, aerolíneas y otros negocios a regresar lo antes posible a algo parecido a la normalidad.

100 millones de vacunas en 100 días

Como mencionamos antes, Biden ve la crisis económica va de la mano con la crisis sanitaria que vive Estados Unidos, el país que encabeza el número de contagios y de muertes por COVID-19 en el mundo.

En su plan de rescate, prevé 20 mil millones de dólares para acelerar el ritmo de vacunación, en conjunto con los gobiernos locales, y 50 mil millones de dólares para aumentar el número de tests.

Un total de 30 mil millones de dólares permitirá aumentar el volumen de equipos contra el COVID (guantes, mascarillas) y 10 mil millones deben ser invertidos para ayudar a las industrias estadounidenses a fabricar equipamiento.

Biden anunció el viernes 15 de enero que prevé incrementar los recursos federales para los centros de vacunación comunitarios, así como desplegar clínicas móviles y expandir la fuerza laboral de salud pública para acelerar las inmunizaciones.

¿Su meta? Vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días en el cargo, un aumento drástico en el ritmo actual.

«Este será uno de los esfuerzos operativos más desafiantes en la historia de nuestro país», dijo el demócrata de 78 años desde Wilmington, Delaware. «Pero tienen mi palabra: nos las arreglaremos», prometió.

Estados Unidos, con 328 millones de habitantes, había enviado hasta el jueves por la mañana a los estados unos 30 millones de dosis e inyectado solo 11.1 millones, según datos oficiales, muy por debajo de la meta de Trump de haber vacunado en diciembre a 20 millones de personas.

Biden busca reforzar el papel del gobierno federal en la campaña de inmunización, movilizando a la agencia para emergencias FEMA y reembolsando a los estados que desplieguen a su Guardia Nacional. (CON INFORMACIÓN DE EXPANSIÓN, AFP Y EFE)