Los Reyes Magos se apoyan en fenómenos físicos para entregar millones de regalos

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El Bosón de Higgs podría estar detrás del misterio de los magos de oriente y responder cómo es que estos personajes pueden entregar muchos juguetes en una sola noche

Ciudad de México.- Los avances científicos más reciente podrían arrojar luz sobre algunas de las preguntas más cruciales que se presentan sobre el fenómeno de los Reyes Magos y la entrega de regalos en varias partes del mundo la noche del 6 de enero, sostuvo de manera lúdica Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

El científico detalló que los Reyes Magos podrían valerse de los principios de la Teoría de la Relatividad, la cual postula que es posible la existencia de agujeros negros de gusano que conectan diferentes partes del espacio y tiempo. Con ellos, los Reyes podrían viajar y conectarse a distintos sitios en muy poco tiempo para entregar todos sus regalos.

Esa posibilidad en la Teoría de la Relatividad podría provocar que con cada agujero de gusano los Reyes no sólo se desplazarán por varias partes del planeta, sino que podrían detener el tiempo mientras bajan y entran por las puertas o ventanas de las casas para entregar los regalos, porque una propiedad de dichos agujeros es que en su entrada el tiempo no transcurre.

Si bien un agujero de gusano le sería muy útil a los Reyes, ellos requerirían de una cantidad de energía negativa poco realista, equivalente al tamaño de un planeta grande concentrada en un volumen pequeño. Además, Herrera Corral dijo, existe un problema mayor, y es que la teoría de la relatividad no ofrece posibles fuentes de ella.

Es aquí donde los Magos del Oriente podrían hacer uso de los nuevos descubrimientos en el campo de la física de altas energías, dado que el observado Bosón de Higgs, es un campo cuántico cuya energía es su estado más bajo es negativa, lo cual ofrece una posibilidad más real a los Reyes de desplazarse largas distancias en poco tiempo.

“Algunos pensamos que el Higgs podría estar detrás del misterio de los Reyes Magos y responder ¿Cómo es que estos personajes pueden entregar millones de juguete en una sola noche?”, señaló el investigador.

Acerca de este hecho, explicó que, si bien se trata de una especulación educada, podría no ser más improbable que las explicaciones que se dan al problema de la materia oscura o la antimateria, entre otras, en el campo de la física.

Detalló que cuando el Universo nació hace 13 mil 800 millones de años, las partículas sin masa se movían a la velocidad de la luz y formaban sólo un resplandor de partículas lumínicas incapaces de formar estructuras.

Entonces, cuando apenas habían trascurrido 10 a la menos 36 segundos ocurrió algo inusitado: el Universo creció de manera descomunal; pasó del tamaño de miles de millones de veces menor al grosor de un cabello al de una naranja. Este fenómeno es conocido como inflación, el cual se desarrolló en un tiempo de 10 a la menos 35 segundos. Al final de esta súbita expansión las partículas habían adquirido masa.

Los cosmólogos piensan que esta transformación se debió a la presencia de un campo escalar que en su nivel más bajo adquirió una energía negativa. La energía negativa es posible en el mundo microscópico descrito por la mecánica cuántica. Más aun, la existencia de campos con valor esperado más bajo de energía negativa ha quedado comprobada con el descubrimiento del Bosón de Higgs.

El campo de Higgs es justamente escalar fundamental muy parecido a los que necesitan los cosmólogos para explicar la inflación cósmica en el universo temprano; la energía negativa debió haber creado una presión negativa que dilató el universo en lo que hoy llamamos inflación.

Con un artilugio de este tipo, los Reyes Magos serían capaces de deformar el espacio tiempo y poner a su disposición la perpetuidad misma: así la ejecución taimada de sus diligencias es entonces un “pasatiempo” sin que pase el tiempo, porque en la boca del agujero de gusano el tiempo no pasa, sostuvo de manera divertida y a manera de divulgación científica Gerardo Herrera Corral. (CINVESTAV)