TIEMPO DE CHAPULINES

Se avecinan las elecciones de ayuntamientos en Coahuila y de diputados federales, y los chapulines empiezan a brincar para buscar la reelección o para ubicarse en otro cargo de elección popular desde donde seguir disfrutando de las mieles del presupuesto.

Mucho se ha hablado de la necesidad de prohibir la licencia o retiro a quienes gozan de un puesto de elección popular para evitar la práctica del chapulineo y dejarlo exclusivamente para quienes deben retirarse por motivos de salud. Pero ahí quedan las buenas intenciones.

El alcalde de Torreón, Jorge Zermeño Infante, había dicho en varias ocasiones que podría pedir licencia para buscar una diputación federal, pero una vez que el Tribunal Electoral de Coahuila dio el visto bueno a la posibilidad de la segunda reelección, el edil “corrigió” el rumbo y ahora no descarta ir por otros tres años de gobierno municipal panista.

En Saltillo las cosas no son muy diferentes, pues el alcalde priista, Manolo Jiménez, tampoco descarta ir por un tercer período y completar un total de siete años, si bien este martes precisó que no ha tomado la decisión.

Otros políticos-chapulines son los diputados federales por Morena –o que llegaron a la Cámara Alta con la coalición encabezada por ese partido- los expanistas Luis Fernando Salazar y José Ángel Pérez, que ya pidieron licencia para buscar la candidatura a la Alcaldía. Al exalcalde le pesa que en su tiempo ofreció hacer de la Policía Preventiva la mejor “del norte de México”, pero lo que hizo fue entregarla al crimen organizado y marcar una época de secuestros, asaltos y extorsiones como nunca antes se había visto en la ciudad.

También el senador morenista Armando Guadiana Tijerina le entró al chapulineo, pues ya tramitó la consabida licencia para lanzarse por la alcaldía de Saltillo. Su lugar será ocupado por su suplente Reyes Flores Hurtado, quien ha pasado por la Delegación General Coahuila con más pena que gloria, ya que deja delegaciones inoperantes y literalmente en el abandono.

Hasta el cuatro de enero, que es la fecha límite para solicitar licencia, estaremos viendo a los brincadores insectos en pleno apogeo para mantenerse en la liana presupuestal.