Pide director de Salud Pública de Saltillo no usar “productos milagro” para prevenir COVID-19

No está comprobada su efectividad, asegura

El director de Salud Pública de Saltillo, Luis Alfonso Carrillo González, pidió a la población abstenerse de utilizar los llamados “productos milagro” para prevenir el COVID-19, como son las tarjetas de dióxido de cloro colgadas al pecho para supuestamente prevenir la acción de los virus, o en el peor de los casos, la ingesta de dicha sustancia bajo la creencia de que pueda generar inmunidad ante el padecimiento.

En entrevista, el jefe médico hizo el llamado a los saltillenses para que eviten la utilización de dicha substancia – cuya efectividad solamente se conoce de manera anecdótica por algunas personas – y emplear solamente aquellos medicamentos cuya acción preventiva o curativa estén totalmente probada bajo el rigor científico.

Señaló que, en el caso del dióxido de cloro, el uso de esta sustancia se trata de una moda pasajera como lo fueron anteriormente ciertas plantas, sales o la llamada “Agua de Tlacote”, que se decía curaba todos los padecimientos.

“Recordemos que los virus son pequeños microorganismos que se introducen a la célula para poderse reproducir y causar la enfermedad, entonces, los medicamentos que van a actuar contra ellos, las sustancias que pueden alterar la reproducción de estos patógenos tienen que actuar a nivel intracelular, por eso la sustancia tiene que estar perfectamente probada que al ser administrada en el organismo se introduce al interior de las células, si no, no tendría ningún efecto”, expuso el director.

Mencionó que los riesgos de utilizar una sustancia como el dióxido de cloro radica en que ésta puede tener toxicidad, además de que puede causar tanto inflamación como envenenamientos y alteraciones en la función de ciertos órganos.

Indicó también que es posible que esta sustancia pueda tener alguna función benéfica, sin embargo, mientras no se conozca o demuestre esto último, no se debe recomendar o utilizar, ya que el primer principio en el área de la medicina es no dañar, y cuando se está administrando algo que no se conoce, se corre ese riesgo.

“Creo que es lo que va a suceder con esta sustancia, el hecho de traer algo colgado para que nos proteja, o algo ingerido o untado no creo que ayude en lo absoluto. En lo personal, yo toda la vida he trabajado con las sustancias que estén probadas bajo el riguroso método científico, y esto no lo está, por eso no lo recomiendo”, declaró Carrillo González. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)