URGEN MEDIDAS RESTRICTIVAS

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

La irresponsabilidad de la población está empujando a Coahuila a seguir los pasos de las autoridades del Estado de Durango, que desde este martes entró en semáforo rojo con todas las restricciones que ello implica.

Y no son pocas las medidas restrictivas dirigidas a establecer una menor movilidad social: ley seca, transporte público con el 50 por ciento de pasaje, restricciones en tiendas, restaurantes, hoteles, cierre de negocios “no esenciales”, dos pasajeros como máximo por taxi, cierre de templos, prohibición de la circulación vehicular en horario de 10 de la noche a 5 de la mañana; cierre de plazas, centros deportivos, albercas y gimnasios.

Así es que hay que tomar nota. No queremos estar en semáforo rojo en Coahuila. Sin embargo, tampoco asumimos la parte que nos toca. Sigue habiendo fiestas todos los fines de semana en quintas y en domicilios particulares; los tianguis funcionan cada semana en diferentes colonias sin cuidar la sana distancia y sin el uso de los cubrebocas; lo mismo ocurre en mercados como en bares y cantinas donde no se observan las medidas preventivas indispensables.

Como consecuencia siguen incrementándose terriblemente los contagios, las hospitalizaciones por Covid-19 y también el número de fallecimientos. Los hospitales como el caso de la Clínica 71 del IMSS, tienen ya una ocupación de prácticamente el 100 por ciento.

Los Subcomités Regionales de Salud del Estado han estado reuniéndose con frecuencia sistemática, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, está por anunciar medidas restrictivas adicionales a las imperantes, lo que se antoja urgente para impedir las fiestas particulares, las aglomeraciones en los tianguis y los horarios relajados de los bares.

En suma, restringir la movilidad social para evitar el color rojo del semáforo preventivo. Lo imperativo es tomar conciencia de la gravedad de la pandemia. Ya a todos se nos murió un vecino, amigos y hasta familiares directos. ¿Qué más esperamos?