En el mundo de la psicología tradicional y más puntualmente del psicoanálisis freudiano- lacaniano es muy recurrente la práctica de llevar al paciente al diván o un sillón cómodo y simplemente incentivar que la persona hable de sus problemas, trastornos y pesares.
La labor del psicoanalista es inducir al individuo a que por medio de las palabras y el lenguaje pueda comprender el verdadero sentido de las trabas que posee para determinadas acciones.
Este método clínico acuñado por Freud a mediados del siglo XIX permitió que muchas personas con trastornos mentales pudieran ir calmando sus angustias y curando sus problemas con el paso del tiempo.
Justamente allí es donde radica la principal crítica al modelo freudiano ya que el proceso para que un paciente logre recuperarse suele tardar varios años y por ende un desgaste psíquico y social.
Bajo este concepto han surgido en la modernidad nuevas formas de afrontar fobias, depresión o cualquier tipo de problemas de índole psicológico.
Uno de ellos es la PNL o programación neurolingüística. Este enfoque interdisciplinario consiste en tomar de la programación de computadoras, la lingüística pura, la psicología y la comunicación los pilares fundamentales para resolver problemas reales y lograr los objetivos personales o de las corporaciones.
El estudio de la PNL fue creado por Richard Bandler y John Grinder en Estados Unidos durante la década del 70. Los autores sostienen que existe un fuerte vínculo entre el lenguaje de cada persona (lingüística), el aprendizaje de la infancia (programación) y las estructuras neuronales y psíquicas (neurología) que desencadenan trastornos.
Un ejemplo claro sería un niño que de pequeño ha tenido una experiencia traumática o dolorosa con sus compañeros de clase porque se han burlado de él cuando leía o daba una lección oral. Lo que hoy en día conocemos como bullying escolar puede tener consecuencias impensadas en el adulto. Por ejemplo puede ocasionar fobia a hablar en público, problemas de autoestima y hasta fobia social.
Quizás la persona no recuerde incluso lo que sintió de pequeño en aquella aula de escuela pero el cerebro ha guardado la información y luego acciona en consecuencia intentando evitar el sufrimiento.
En palabras sencillas se puede decir que el cerebro de las personas actúa como computadoras que recogen información del exterior, la procesan y luego determinan patrones de conductas. En el caso del niño acomplejado por hablar en público el cerebro comparará situaciones similares e intentará rehuir de ellas.
Asimismo el cerebro humano no sólo guarda en la memoria emotiva de las personas hechos puntuales sino que almacena sonidos, aromas, sensaciones, colores.
El cerebro asocia ciertas fragancias con determinados momentos y reacciona de manera positiva o negativa dependiendo de la emoción que evoca ese aroma.
La PNL, entonces, lo que logra es poder reprogramar el cerebro adulto para cortar con las asociaciones negativas que llevan al fracaso y la frustración.
La reprogramación a nivel psíquico se produce cuando una persona logra desaprender una creencia negativa (imposibilidad para hablar en público) y la convierte en una creencia positiva, y más exitosa y feliz.
¿Y cómo lo logra la reprogramación neurolingüística?
Desde iNLP Center, entidad acreditada y de gran trayectoria en el dictado de Cursos de Programación Neurolingüística para empresas y organizaciones gubernamentales, afirman que el éxito del enfoque neurolingüístico se basa en que las personas crean su propia realidad de acuerdo a los estímulos que han tenido en el pasado. Y dado que la realidad es subjetiva puede ser cambiada y moldeada para mejor, y sobre todo para desterrar creencias negativas que afectan psicológicamente a los seres humanos.
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