OPINIÓN

DE BUENA FUENTE

Por

19 octubre, 2020

EL VILLANO FAVORITO

Harto contento se vio al presidente Andrés Manuel López Obrador en la mañanera de este lunes al hablar de las elecciones en Coahuila e Hidalgo, y en las que Morena recibió una felpa electoral de padre y señor santo.

López Obrador estuvo tranquilo, mesurado y reconoció que ambas elecciones se desarrollaron en paz y sin contratiempos, pese a las restricciones causadas por el Covid-19.

El mandatario parecía satisfecho con los resultados negativos para el Movimiento de Regeneración Nacional, tal vez porque el gran perdedor fue el líder interino, Alfonso Ramírez Cuellar, con quien no mantiene una buena relación.

Nomás faltó que Andrés Manuel felicitará al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís por su aplastante triunfo en los 16 distritos electorales para diputados locales.

En concordancia con el ánimo casi festivo del AMLO, las tribus de Morena en Coahuila, salieron este lunes a denunciar la complicidad de Ramírez Cuellar en la traición electoral de las hermanas, Hortensia y Miroslava Sánchez, a las que acusaron de acarrear votantes en favor del PRI.

En rueda de prensa, el senador Armando Guadiana Tijerina, la diputada federal Melba Farías y Diego del Bosque, acusaron que las dirigentes laguneras dejaron sin recursos a los candidatos a diputados locales y los abandonaron a su suerte en una artera deslealtad a Morena.

Nótese que en estos momentos Alfonso Ramírez Cuellar es el chico más odiado y el villano favorito entre las huestes morenistas. Como anillo al dedo, diría el presidente..

QUO VADIS

El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, tiene mucha razón cuando dice que en política no hay triunfos permanentes, y que prefiere tomar con mesura y responsabilidad los resultados de la elección del pasado domingo.

Y es que el proceso electoral del 2021 para renovar alcaldes y legisladores federales se jugará con otras reglas y otros personajes.

Queda claro que este proceso lo dejo López Obrador como bola suelta, pues su resultado ni le ayuda ni le perjudica.

Pero en el 2021 habrá nuevo dirigente nacional en Morena en la persona de Mario Delgado, uno de sus alfiles más leales.

Y aunque Coahuila e Hidalgo no figuran mucho en el mapa electoral nacional, seguramente AMLO y Mario querrán asegurar cada uno de los asientos en el Congreso de la Unión, para mantener la mayoría legislativa.

Las alcaldías son también un botín político para disputar, pues desde ahí se va a trabajar para la elección a gobernador, y Morena quiere todas las canicas.

Si el gobernador mueve las piezas con la brillante maestría, como lo hace hasta ahora, seguro que hasta pone los candidatos de Morena. Al tiempo…