LOS FIDEICOMISOS Y EL ESTILO PERSONAL DE GOBERNAR DE LÓPEZ OBRADOR

 

López Obrador ha dado prioridad a un pensamiento en donde la racionalidad política está por encima de cualquier otra racionalidad incluso la administrativa y económica.

Parte de la premisa de que el dinero proveniente de la corrupción se puede utilizar, en manos de sus enemigos, para luchar contra su proyecto político; por ello ha emprendido una gran batalla en la que el primer paso de su estrategia, para mantenerse en el uso pleno del poder, es impedir que recursos económicos o de cualquier índole lleguen a las arcas de quien considera sus adversarios políticos.

Como parte de esa postura el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió la extinción de los fideicomisos públicos y mantener el control de los recursos que ahí se manejan.

El primer paso se dio el 2 de abril de este año, cuando el presidente ordenó, a través de un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, extinguir todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica y mandatos.

 

Después del decreto, en repetidas ocasiones López Obrador exhortó a los legisladores federales a aprobar la extinción en su totalidad de los fideicomisos, al tiempo que llamó a la calma a los científicos, académicos y artistas al aseverar que no se quedarían sin apoyos.

Ante la llegada de la pandemia y la crisis económica, el mandatario dijo que los recursos de los fondos se usarían para financiar el plan de reactivación económica “sin aumentar impuestos ni decretar gasolinazos”.

Además, el presidente ha expresado que “todo eso que se ahorre (con la eliminación de los fideicomisos) nos va a dar más posibilidades de tener recursos suficientes para que no falte la atención médica y los medicamentos gratuitos en nuestro país”.

El 9 de septiembre, el coordinador de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, había anunciado que su bancada impulsaría la extinción de 55 fideicomisos. Sin embargo, después informó que se trata de 109, los cuales suman recursos por 68,478 millones de pesos que, dijo, se destinarán para la atención de la crisis económica y sanitaria por la pandemia.

De acuerdo con el dictamen aprobado ayer 29 de septiembre, por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, se considera la eliminación de 109 fondos y fideicomisos entre los que destacan aquellos destinados a la investigación, deporte y atención de emergencias. (eleconomista.com.mx)

Ante la inquietud y muestras de inconformidad mostrada por algunos miembros de la sociedad, en desacuerdo con la medida, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que los beneficiarios de fideicomisos que habrán de extinguirse seguirán recibiendo apoyos, pero se revisará el padrón para terminar con aviadores.

Además, mencionó que deportistas de alto rendimiento, investigadores, artistas, intelectuales, escritores, cineastas, recibirán sus apoyos de manera directa; es decir, sin intermediarios.

“Para decirlo con mucha claridad, queremos revisar para que no haya aviadores, pero no significa que no nos importa la ciencia, la cultura, el deporte. Tan nos importan que queremos que no haya corrupción”, porque el manejo de los recursos en los fideicomisos “estaban fuera de control, completamente”.

Reafirmado su argumento anticorrupción y tratando de tranquilizar a los principales beneficiarios de los fideicomisos señaló: de “los fondos o fideicomisos que estamos pidiendo que desaparezcan, ellos no van a dejar de recibir sus beneficios. Por ejemplo, hay un fondo de deportistas de alto rendimiento; ese beneficio lo van a seguir recibiendo los deportistas”.

También citó que los investigadores de los fideicomisos “que manejaba o se le atribuía al Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), porque eran fondos y fideicomisos totalmente autónomos, sin control, van a seguir recibiendo sus apoyos”.

Los artistas, escritores, intelectuales que “recibían sus becas, lo mismo. Sólo que vamos a hacer una revisión para que se pueda saber a ciencia cierta si esas personas son las que deben de recibir ese apoyo y que se entregue de manera directa, que no se queden los apoyos en manos de intermediarios”.

Señaló que un investigador, un deportista de alto rendimiento, un escritor “no requiere de tutela ni que le estén administrando lo que por derecho le corresponde o ya le fue otorgado; es entrega directa y con independencia completa, absoluta, pero queremos hacer la revisión”.

Los cineastas, “lo mismo. Claro que vamos a seguir apoyándolos, pero queremos ver, porque había falta de transparencia en el manejo de estos fondos y son más de cien fideicomisos de todo tipo, fuera de control completamente”. (La Jornada)

Con todas estas medidas, López Obrador únicamente reafirma su estilo personal de gobernar, desmantelando todo lo que tenga olor a corrupción de parte de sus adversarios e implementando una administración pública centralizada en él y basada en apoyos directos a sus beneficiarios, bajo el manto de un discurso de austeridad incorruptible y dirigido muy especialmente a cumplir con los programas sociales y proyectos estratégicos que definió desde su llegada a la presidencia.

Ese es su estilo personal de gobernar, pero al final, el ciudadano sólo lo va a juzgar por los cambios sustantivos que logre en temas que tienen que ver más con la disminución de inseguridad, la pobreza y la corrupción, es decir, con el mejoramiento de su calidad de vida.

Y la pregunta entonces será: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional, y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las probables víctimas?

 

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

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