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¿Qué pasa en Chihuahua?

Una de las fronteras más largas del mundo que se extiende desde Tijuana, Baja California, hasta Matamoros, Tamaulipas, es la existente entre México y Estados Unidos la cual abarca una distancia de 3,175 kilómetros.

De Este a Oeste, 2,053 kilómetros son ocupados por el Río Bravo – Río Grande – como límite internacional; y es que, después de Ciudad Juárez, Chihuahua, los 1,084 kilómetros restantes son cruzados por la línea divisoria terrestre, excluyendo un segmento de 38 kilómetros en donde el Río Colorado es el que sirve como frontera internacional.

Como es de saberse, Texas fue, por muchos años, parte del territorio mexicano hasta 1836, año en que los texanos declararon su independencia de México para luego fungir como nación independiente hasta que en 1845 fuera anexada a los Estados Unidos de América. En ese entonces, lo que limitaba a lo que ahora es Tamaulipas y Texas era el Río Nueces, que se encuentra paralelo al Río Bravo.

Fue por ello que, en 1846, iniciara el conflicto armado de la Intervención de Estados Unidos en México, el cual encarnó su origen en el reclamo por parte de EUA, respecto del territorio comprendido entre el Río Nueces y el Río Bravo; así como del territorio de la Alta California y Nuevo México.

En 1848, a través de la firma del Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, también conocido como Tratado de Guadalupe Hidalgo, se estableció la línea fronteriza entre ambos países, ahora sí a partir del Río Bravo y con ello la pérdida de los territorios comprendidos en los nuevos límites, que serían pagados a la República mexicana por una suma de 15 millones de pesos.

La razón por la que le comento todo el contexto anterior, querido lector, es por qué dentro del Tratado de Guadalupe Hidalgo, se estipuló el compromiso de crear una comisión compuesta por representantes de ambos países, la cual tendría como principal tarea marcar sobre el territorio los límites entre una y otra nación. Actualmente, dicha comisión persiste y se denomina Comisión Internacional de Límites y Aguas, quien fuera la principal promotora para que en 1944 los dos países firmaran el Tratado de Aguas de 1944 donde se establece la asignación respecto de las aguas de los ríos Bravo y Colorado.

En pocas palabra, lo que se señala en el acuerdo son las obligaciones en las que Estados Unidos debe entregar a México 1,850 millones de metros cúbicos del río Colorado cada año; y a su vez, la de nuestro país de aportar 432 millones de metros cúbicos del río Bravo, todo esto bajo el aspecto fundamental, en el cual México cuenta con flexibilidad en la entrega del recurso, ya que mientras la aportación de Estados Unidos es de manera anual, la obligación de nuestro país debe ser cubierta en ciclos de 5 años; donde si en un primer ciclo queda con adeudo, puede cubrirlo en el siguiente, sin que ello pueda ocurrir en dos quinquenios consecutivos.

Por su geografía, los conflictos que actualmente se viven en comunidades del estado de Chihuahua es derivado de lo anterior. Y es que, para el 24 de octubre de este año, México debe cumplir con su obligación correspondiente del Tratado, así como de lo pendiente del ciclo pasado, para lo cual su principales herramientas de cumplimiento, están siendo algunas de las presas más importantes con las que cuenta dicha entidad.

La coyuntura se genera, pues para los agricultores de Chihuahua, este periodo del año ha traído serias repercusiones que se acumulan a las que continúa ocasionando la pandemia; ya que Chihuahua está presenciando una de las sequías más considerables en los últimos años, por lo que el recurso del agua almacenada en presas es sumamente necesario para ayudar a preservar la vida del campo y la manutención de quienes lo trabajan.

La situación que vive Chihuahua es sin duda complicada y mucho más compleja de lo que aquí le comento. Se han derivado ya múltiples problemas sociales debido a la desesperación e incertidumbre que existe sobre el destino del recurso natural más importante y base de toda forma de vida, como lo es el agua.

En fin, con lo dicho al principio y el problema actual, habrá que esperar a ver las implicaciones que se generarán tanto en el ámbito nacional como en el internacional y esperar que lo que fluya por los cauces no sean más problemas que los que ya se tienen.

Reciban un saludo, muchas gracias.

Nos leemos la siguiente semana.

@Dan_Fdz

 

Autor

Daniel Fernández
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