El membrillo: fruto que da cajeta y otras delicias más

 “El mes de septiembre con los membrillos colorea el campo amarillo, el sol de septiembre madura el membrillo siempre”

Con la llegada de este mes el membrillo se encuentra en su punto para ser cortado del árbol; ese fruto poco perseguido por su dureza y su falta de dulce al degustarlo. Sin embargo el ser humano ha encontrado la oportunidad de trabajar con lo que la naturaleza ofrece día a día y por temporadas, creando productos y alimentos en el hogar, tal es el caso del membrillo.

Este fruto es muy parecido a una pera o a una manzana. Fue el fruto que, según el mito griego, Paris entregó a Afrodita como símbolo del amor, la felicidad y el matrimonio.

Las propiedades saludables del membrillo se deben a su abundancia en fibra (pectina y mucílagos) y taninos, sustancias que le confieren su propiedad astringente por excelencia. También contiene ácido málico, ácido orgánico que forma parte del pigmento vegetal que proporciona sabor a la fruta, con propiedad desinfectante y de favorecer la eliminación de ácido úrico. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Para Silvia Medrano y Gerardo Camacho, de Dulces Medrano, la llegada de este mes es muy significativa, ya que es momento de recoger la cosecha. De generación a generación se ha vuelto el fruto por excelencia en esta temporada al convertirlo en postres con las recetas de la familia, para ofrecer a sus clientes, o como complemento para diferentes guisos.

Este proceso empieza con dirigirse en familia a su predio en el Realito, en Ramos Arizpe, a recolectar el membrillo. Ellos saben que para que su negocio tenga ese plus, va de escoger los mejores ingredientes, de dedicarle de su tiempo en el procedimiento hasta tener el producto final, para compartirlo con la demás gente, hacer de ese membrillo una cajeta artesanal, la conserva y otros productos que se derivan de éste.

Para elaborar la cajeta de membrillo Silvia y Gerardo nos compartieron cuál es su procedimiento después de recolectar el fruto. Primero se corta del árbol, este año, menciona Silvia, salieron 1615 kilos de membrillo, después se lava ya que tiene una capa como pelusa y hay que retirarla y después a cocción.  Al término se pasa a una maquina despulpadora donde se separa la semilla de la pulpa, antes el proceso era manual pieza por pieza con una guillotina se partía y se quitaba la semilla y después se pasaba a cocer, pero ahora con esta máquina se agiliza más el proceso. Ya quedando la masa, después de que se saca la pulpa se lleva al cazo y se le agrega el azúcar dependiendo el punto que le quiera dar uno, de la receta de cada quien, usualmente es kilo de azúcar por kilo de membrillo, menciona Gerardo que ellos le ponen menos para que no quede tan dulce, el punto ya es personal. Ya que le diste el punto que deseabas, se pasa a las marquetas, tardando dos días para ya desmoldar, también depende del clima, si está húmedo si tarda más, menciona Silvia.

El matrimonio ha encontrado la forma de aprovechar cada parte del membrillo sin desperdiciar, creando más productos. Con el membrillo ellos producen además de la cajeta y la conserva, la jalea además del suadero.

La jalea se realiza con las semillas que salieron de la máquina despulpadora, se hierve la semilla con azúcar; entonces va soltando como la jalea, se filtra y se obtiene el producto. El suadero de membrillo es como taquitos, como una hoja se hace con la cáscara cuando se pela y con la pulpa también, ese por ejemplo lleva 200 gramos por kilo para que quede diferente, y se hace en crudo. También se le puede poner chile, nos compartieron Silvia y Gerardo.

El estar en el proceso de la elaboración del membrillo, se puede percibir ese olor que caracteriza al fruto, y es delicioso, uno ya puede ir imaginando que tal sabrá esa cajeta artesanal, así como sus derivados.

“Buscamos la forma de comercializar, si yo puedo hacer esto y darle un valor agregado a lo del campo, lo hago. Se siente una satisfacción de compartir en nuestros productos, a través de las recetas que se han pasado de generación a generación, con la gente” finaliza Gerardo. (MARIANA FALCÓN)