La telemedicina y su futuro en la nueva normalidad mexicana

Durante el periodo de cuarentena de COVID-19, las videollamadas han ayudado en más de 10 mil valoraciones remotas, aminorando el contagio de más de 10 mil mexicanos.

Ciudad de México.- Durante un percance médico o una emergencia, el tiempo de respuesta de las unidades médicas o de seguridad, es vital porque de ello pueden depender una o varias vidas humanas. Afortunadamente, los avances tecnológicos en la era digital están revolucionando al sector salud alrededor del mundo.

La práctica de las consultas remotas, basadas en videollamadas, han sido parte de aspectos positivos que ha traído esta pandemia; cabe destacar que la telemedicina es definida por la Asociación Americana de Telemedicina como el proceso mediante el cual se utiliza información a través de medios electrónicos y tecnología en comunicaciones para brindar atención médica a distancia, con grandes beneficios para médicos, instituciones y pacientes.

Al respecto, Abelardo Tous-Mulkay, Director General de Carbyne México, comenta que “además de disminuir los tiempos de espera para recibir una consulta de parte de un especialista, la telemedicina reduce la cantidad de visitas a un hospital, ahorrando gastos de desplazamiento. Entre otros beneficios, también optimiza al personal médico disponible, genera grandes bases de data para estudios poblacionales y, en un futuro próximo, una persona no sólo recibirá una consulta a través de su celular en la comodidad de su sofá, sino que podrá ser operada a distancia por medio de robots o a través de realidad virtual aumentada”.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford, una de cada dos visitas de pacientes a los hospitales podrían resolverse a través de la telemedicina, mientras que la relación costo-beneficio de este proceso se estima de 1 a 10. Por ejemplo, en México, durante el periodo de la pandemia, empresas como Carbyne, atendieron más de 10 mil consultas remotas a través de videollamadas.

Esta empresa posee una tecnología patentada, que permite que cualquier ciudadano marque directamente al 911, sin uso de ninguna aplicación y – bajo su consentimiento – habilite una videollamada, siguiendo un exhaustivo protocolo médico, esta herramienta ayudó para que esas más de 10 mil personas disminuyeran las oportunidades de contagio por contacto; además, todas esas llamadas fueron ubicadas geográficamente, en tiempo real, generando un mapa de casos para su análisis posterior.

Lo que pocos saben es que esta empresa ha operado en los últimos meses en 18 estados del país, junto con los Centros de Atención de Llamadas de Emergencia, y es México el primer usuario a nivel mundial en el uso de esta tecnología; ya que esta empresa procesa alrededor de 2.5 millones de llamadas al mes, en países como Estados Unidos, Israel, Brasil, entre otros.

Sin duda, no sólo se trata de un paradigma que está transformando la relación médico-paciente, sino que está impulsando nuevos servicios de salud pública a partir del desarrollo y adopción de nuevas tecnologías como el Big Data, la Nube y el Machine Learning.

Ahora bien, ¿qué le depara la nueva normalidad a la telemedicina en el país? Esperaríamos la adopción estratégica de más soluciones relacionadas a esta tecnología, no sólo en el sector público sino privado; una industria enfocada a brindar este tipo de servicios, con énfasis quizá en ciertas disciplinas, como el cuidado de los adultos mayores, el cual es uno de los sectores más vulnerables ante el coronavirus y en general en nuestras sociedades.

“Sin duda, la humanidad se encuentra en una fase de grandes transformaciones sociales, culturales, políticas y tecnológicas. Pero algo que ha dejado en claro este vendaval, es que innovaciones como la telemedicina están siendo los grandes aliados en nuestras sociedades modernas, en las que los “hospitales” pudieran ser nuestra propia y confortable casa”, concluye Abelardo Tous-Mulkay. (EL HERALDO)