SERENDIPIA

Desaparecidos y desaparecidas 

“No señora, póngase a rezar, porque tiene más hijos y se los pueden llevar” le dijo el comandante Montes a Rosa Albina Zapata Contreras, luego de que le pidiera que investigara la desaparición de su hijo Carlos, en Torreón, Coahuila. “Seguramente su hijo [puede ser cualquier pariente (a)] andaba en malos pasos, en la casa son unos y afuera son otros”; “No conozco a nadie que le haya pasado eso, que no anduviera involucrado (a)”. Estos y otros más del mismo tipo, son los comentarios que, en un primer momento, reciben los familiares de las víctimas de desaparición forzada. No sólo provienen del común de la gente, sino, específica y especialmente, de las autoridades encargadas de promover, respetar, proteger y garantizar sus derechos humanos.

FUERZAS UNIDAS es un documental con fecha de estreno del pasado 29 de agosto del presente año. Se encuentra disponible en YouTube, y presenta los primeros 10 años de tan solo uno, de los primeros colectivos de Coahuila, de familias de desaparecidos en México. Fue realizado por la Universidad Iberoamericana Torreón, FUNDEM y FUUNDEC. Son 1:20:36 bien invertidos, ¿para qué? 1) no ignorar el problema, porque evidentemente eso no lo hace inexistente; 2) este tipo de material gráfico del sinuoso camino “post-desaparición forzada”, constituye un homenaje a la memoria; un recordatorio a las autoridades de que no hicieron y siguen sin hacer bien su trabajo, así como un punto de encuentro con la realidad de quienes nos rodean, porque lo cierto es, que nos faltan muchos y muchas.

Anteriormente los responsables de este delito solían escudarse en la premisa de que “sin cuerpo no hay delito que perseguir”. Actualmente y desde el pasado 17 de noviembre de 2017 se publica en el Diario Oficial de la Federación, la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas. Un solo delito conlleva la violación de un conjunto de derechos, entre ellos la seguridad, dignidad e integridad personales; derecho a no sufrir tortura ni otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes; derecho a unas condiciones de detención humanas; y en el peor de los casos, derecho a la vida.

En este sentido, la desaparición forzada de personas es un delito previsto en el artículo 27 de la ley citada. Lo comete el servidor público o el particular que, con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un servidor público, prive de la libertad en cualquier forma a una persona, seguida de la abstención negativa a reconocer dicha privación de la libertad o a proporcionar información sobre la misma muerte o su suerte, destino o paradero. A su vez, existe el delito de la desaparición cometida por particulares, previsto en el artículo 34 del mismo ordenamiento, e incurre en él quien prive de la libertad a una persona con la finalidad de ocultar a la víctima o su suerte o paradero. No obstante, hay otra serie de delitos vinculados con la desaparición de personas, que incluyen el espectro estructural de esta manifestación de violencia.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas, en su reporte Búsqueda, identificación y registro de personas desaparecidas, con corte al 13 de julio de 2020, hay un total de: 3,978 fosas, 177,844 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas; 73,201 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas; 104,643 personas localizadas, de las cuales, 6,401 fueron sin vida, y 98,242 localizadas con vida. Los 10 Estados con mayor reporte de personas desaparecidas o no localizadas, desde el 01 de diciembre de 2018 hasta el 13 de julio de 2020 son Estado de México, Jalisco, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa, Ciudad de México, Nuevo León, Michoacán, Puebla y Chihuahua.

Durante el Informe de Trabajo del Sistema Nacional de Búsqueda del pasado 24 de junio de 2019, se destacó una de las grandes problemáticas que enmarcan la desaparición de personas. Se trata de la capacidad de los servicios forenses para atender la magnitud y la complejidad para garantizar la identificación y el trato digno de los cuerpos que se encontraron. La primera vez que fui consciente de esta situación, fue en el Foro Nacional para la Implementación de la Ley General de Desaparición Forzada de Personas, realizado en la Universidad Autónoma de Coahuila Campus Arteaga, 2017.

Aunado y sin desmeritar las ponencias de académicos y mesas de trabajo con profesionales, el hecho de que las madres de las víctimas, (quienes encabezaban en cantidad estas agrupaciones de búsqueda), te preguntaran: ¿qué estudias? Con la esperanza de que dijeras: “antropología, y me pienso dedicar al área forense”, te hacía quebrar. El interés de ellas es esencialmente contar con el apoyo técnico y profesional para poder realizar búsquedas de cuerpos sin tener que exponerse en cuestión de seguridad; sin tener que ser ellas mismas quienes realicen diligencias sin tener conocimientos en la materia, pero sí una impotencia y desesperación evidente, ya que, en un primer momento, ni siquiera deberían ser ellas y sus familias, quienes se dedicaran a buscar a sus desaparecidos y desaparecidas. Porque el salir y buscar a sus familiares implica dejar sus trabajos, dejar sus estudios, dejar muchas veces a sus otros hijos, separaciones de pareja o divorcios, es en conjunto un desgaste físico y emocional que evidentemente no deberían cargar.

El pasado miércoles 26 de agosto se inauguró el Centro de Identificación Humana en el Estado de Coahuila. Dicho centro, tiene la capacidad para recibir más de 800 cadáveres y restos humanos sin identificar, pues las instalaciones están equipadas con alta tecnología en el área forense. El presidente Andrés Manuel López Obrador canceló su visita a dicho evento sin mediar alguna explicación, y de acuerdo con opiniones vertidas por distintas y distintos miembros de la sociedad civil, quería dejar fuera a los colectivos. Es decir, dejar de lado a la parte toral que sostiene y que permite por su arduo trabajo y constancia, la identificación de restos. Aun cuando el presupuesto asignado para la localización de personas ausentes haya disminuido y, por ende, el groso del equipo de personas asignadas a la búsqueda, localización y recuperación de personas.

Cada 30 de agosto es el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Un solo día en el que se conmemora la memoria de miles de personas que no regresaron a sus hogares. Si eres afortunado (a) dentro del contexto de violencia e inseguridad, no cargas con la cuenta de los días que tu mamá, papá, hermano, hermana, hijo, hija, o cualquier otro ser querido lleva sin regresar. No tienes que preguntarte hace cuántos cumpleaños o navidades que esa persona no te acompaña, o que no le celebras. Lo que sí puedes hacer es informarte, y actuar. Lo único que requieres es empatía y solidaridad con la causa, respetando el trabajo que las familias hacen por encontrar a sus desaparecidos (a).

La autora es estudiante de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila


Centro de Comunicación Educativa, 2020, FUERZAS UNIDAS | Documental 2020 [Archivo de video], disponible en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=S3fvsEMNpic&feature=youtu.be&fbclid=IwAR1rhU_flz_e_PMsQY_-8WMBSyloyZ3FBXLTxsfgoWga9WvH4E2wrYNgvL8, México.

Comisión Nacional de Búsqueda, 2020, Búsqueda, identificación y registro de personas desaparecidas (corte al 13 de julio), disponible en: http://www.alejandroencinas.mx/wp-content/uploads/2020/07/Presentacio%CC%81nCNB-13-de-julio-2020-final.pdf, Gobierno de México, México.

Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas