AMLO prepara su venganza; va tras Calderón

Emilio Lozoya sería el vínculo para llevar al ex presidente al banquillo de los acusados

El presidente Andrés Manuel López Obrador jamás le perdonó a su antecesor, Felipe Calderón, el que le haya “robado” la elección en el 2006. Esta semana, una serie de eventos y declaraciones de él mismo y de sus colaboradores dejaron entrever que AMLO prepara su venganza, y que antes de que concluya su sexenio Calderón, y no Enrique Peña Nieto, podría convertirs en el primer ex presidente de México encarcelado.

Además de los señalamientos que el presidente hizo esta semana, en el sentido de que durante el sexenio de Calderón en México se vivió un narcoestado debido a los nexos entre el narcotráfico y las autoridades, la clave para que AMLO pueda consumar su venganza contra quien él considera que le robó la elección presidencial en 2006, es Emilio Lozoya, y el posible delito que se le imputaría a Calderón derivaría de las facilidades que se le dieron en su sexenio para el establecimiento y la operación con beneficios inusitados a la empresa Etileno XXI, una planta ubicada en la zona de Coatzacoalcos en la que son socios Braskem, filial de la brasileña Odebrecht e Idesa, empresa mexicana que por cierto fue fundada y es propiedad de la familia política de Javier Jiménez Espriú, el exsecretario de Comunicaciones y Transportes en el actual sexenio.

En su artículo  ABC de la barandilla para Etileno XXI publicado en El Financiero, el periodista Salvador Camarena  señala que el pasado martes el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, al reseñar una “denuncia de hechos” de Emilio Lozoya ante su dependencia, el exdirector de Pemex mencionó una obra a la que se le “dieron una serie de privilegios de los insumos en los que el gobierno federal tuvo pérdidas graves”.       Esa obra, dijo Gertz Manero, fue Etileno XXI.

Camarena detalla que, Etileno XXI, un negocio calculado en 2 mil 500 millones de dólares al año, funciona con base en una premisa: que Petróleos Mexicanos le proporcione, en condiciones preferenciales, el etano que requiere.

“Esas condiciones preferenciales son un precio por debajo del mercado –se dice que el descuento es de 29 por ciento– y la obligación de Pemex de surtirle 66 mil barriles diarios de etano a partir de su producción o comprándolo a un tercero. Así durante 20 años”.

“La planta comenzó a producir en 2016. Y tan sólo en ese año las pérdidas incurridas por Pemex para cumplir el contrato fueron de mil 935 millones de pesos, de acuerdo con un dictamen de la Auditoría Superior de la Federación, que recomendó cambiar los términos de la negociación”.

“Las condiciones del contrato fueron pactadas, con aspectos referentes al precio preferencial no revelados a la opinión pública, en febrero de 2010 por Felipe Calderón. Y esos términos quedaron renovados al mero inicio del sexenio anterior por el presidente Peña Nieto”

“Gente con conocimiento de esa operación asegura que durante 2009 se instalaron mesas de trabajo para concretar la realización de Etileno XXI. En Los Pinos, Patricia Flores operó el asunto. Mesas parecidas hubo en Hacienda –eran tiempos de Carstens– y en Energía –con Kessel al frente, luego sustituida por José Antonio Meade y éste por Jordy Herrera. Así que si realmente se quiere saber por qué se pactaron tales condiciones preferenciales habría que empezar, como dicen los clásicos, por el principio: la influyente Patricia Flores y los ya mencionados”, señala Camarena.

 

TRAS LA PISTA DE CALDERÓN

Por su parte también en El Financiero, en su columna Estrictamente Personal, el periodista Raymundo Riva Palacios señala queEmilio Lozoya, como le exigió el fiscal general Alejandro Gertz Manero para garantizarle la libertad, imputó al gobierno que encabezó la némesis del presidente Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón, en temas de corrupción. El 2006 no se olvida, y el fiscal está armando el ajuste de cuentas políticas con el que sueñan en Palacio Nacional, con la denuncia de hechos sobre corrupción de funcionarios y empresarios involucrados en el Proyecto Etileno XXI, la planta petroquímica en Coatzacoalcos que provocó un quebranto de mil 900 millones de pesos al erario.

“Lozoya, según dijo Gertz Manero, afirmó que Odebrecht, a través de su filial de petroquímica Braskem, y su socia mexicana en el Proyecto Etileno XXI, Idesa, tuvieron “una serie de beneficios de carácter económico”, y se les dio “una serie de privilegios en precios de insumos, en los que el gobierno federal tuvo pérdidas muy grandes”. Frente a ellas, los 10 millones y medio en sobornos que pagó Odebrecht a Lozoya, que ahora dice el exdirector de Pemex que fue para la campaña presidencial de 2012 y para comprar voluntades políticas para las reformas del Pacto por México, palidecen”.

Riva Palacios añade: “La acusación es extemporánea. Calló cuando dirigía Pemex, hasta febrero de 2016 en que lo cesaron. El contrato fue denunciado por quien lo sustituyó, José Antonio González Anaya, quien formuló la querella contra el Proyecto Etileno XXI, en enero de 2017, y la Procuraduría General de la República abrió una investigación que también revisó la parte de la gestión de Lozoya sobre la planta heredada por el gobierno de Calderón. La Fiscalía General tendrá camino andado en sus pesquisas, pues la PGR le dejó el expediente 117, donde se encuentra una reveladora declaración, la de Arturo Arregui García, director de Pemex Transformación Industrial cuando se firmó el contrato, el 28 de abril de 2017.

Arregui García declaró durante más de dos horas, y detalló la cadena de funcionarios de Pemex involucrados en el proyecto, donde figuraban el entonces director de la empresa, Juan José Suárez Coppel; el exdirector de Pemex Gas y Petroquímica Básica, Jordy Herrera, muy cercano a Calderón, y el exdirector de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil, a quien ratificó Lozoya. La investigación era por su presunta responsabilidad en los beneficios otorgados al consorcio Braskem-Idesa, que es lo que ahora señaló Lozoya en su denuncia de hechos.

El testimonio contiene el eslabón perdido que anduvo buscando el gobierno de López Obrador, que es la relación de todo el proceso del proyecto, con la Presidencia de Calderón. Se encuentra en la pregunta 59 formulada a Arregui García: “¿A qué persona de la Presidencia se informó de los trámites y gestiones del proyecto de contrato de suministro de etano?”. Su respuesta: “La Oficina de la Presidencia invitaba a Pemex, a Sener, a los representantes de Hacienda, a los asesores financieros y técnicos a informar periódicamente de los avances del proceso, sin recordar quién era la persona que coordinaba dichas reuniones”.

Con la denuncia de hechos de Lozoya, Gertz Manero tiene un manjar político sobre la mesa. Son 11 los exfuncionarios de Pemex directamente relacionados con el Proyecto Etileno XXI, además de dos exjefes de Oficina de la Presidencia. Por el testimonio de Arregui García, también se abre la puerta a que sean llamados a declarar el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y los exsecretarios de Energía, Georgina Kessel, José Antonio Meade y Jordy Herrera, junto con los miembros del Consejo de Administración de Pemex.

“Todos los imputados por Lozoya deberán ser citados a declarar por la Fiscalía General. López Obrador pidió el miércoles que Calderón fuera llamado a declarar, porque Lozoya lo había involucrado en posibles actos de corrupción”.

“Pero eso es lo que quiere López Obrador que le regale Lozoya, que Calderón tenga que rendir cuentas ante un juez. Esto será posible sólo si lo mencionó en su declaración, lo que no parece inquietar a Calderón, quien en una entrevista en Radio Fórmula esta semana con Ciro Gómez Leyva, dijo que a él, López Obrador y Lozoya, que van tras su pista, “me van a hacer los mandados”, señala finalmente Riva Palacios.

 

(EL FINANCIERO/SALVADOR CAMARENA/RAYMUNDO RIVA PALACIOS)