TIK TOK Y EL JUEGO DE PODER DE LOS DATOS PERSONALES

Si Usted no sabe lo que es Tik Tok es porque seguramente nació antes de 1995, y no está en esta red social donde jóvenes, mayoritariamente de 16 a 24 años, suben videos cortos. ¿Y a mí que me interesa eso Israel, si yo con Facebook tengo suficiente?

Pues resulta que esta aplicación fue desarrollada por la empresa china ByteDance y ya cuenta con 800 millones de usuarios a nivel mundial, de los cuales 165 millones están en Estados Unidos. ¿Y qué puede pasar más allá de que los jóvenes se diviertan posteando banalidades? Simple: que los chinos podrían tener acceso a la información personal, gustos, patrones de conducta y consumo de la generación centennial estadounidense. Sí. Es perturbador.

Hace unos días Donald Trump firmó un decreto con el que en 45 días podría prohibir la operación de Tik Tok en Estados Unidos, argumentando razones de seguridad nacional, a menos de que vendan la app a capital estadounidense. Microsoft de Bill Gates tiene la intención de comprarla, pero no se sabe si se llegará a un acuerdo antes del plazo fijado por el mandatario.

Obviamente la amenaza trumpista ha vuelto a poner tensión en las relaciones entre China y Estados Unidos, porque aunque ByteDance asegura que no está bajo el control del gobierno chino, sí hay legislación china que podría forzar a la empresa a entregar la información de los usuarios de Tik Tok al partido comunista chino.

Todo este embrollo cae en un mal momento para Trump, pues estamos a 84 días de la elección, y claramente va abajo en el marcador. Fastidiar a los chinos ahora no es una buena idea porque podría haber otra retaliación a la vapuleada economía estadounidense.  Y eso impactaría en los bolsillos de los electores que van a desquitarse en las urnas.

Y por otro lado, hay 47 millones de jóvenes entre 18 y 29 años que también viven la crisis económica y son elegibles para votar. Quitarles su red social favorita antes de la elección, tampoco es una buena idea. Sí que la tiene complicada Mr. Trump.

El caso de Tik Tok, Facebook, así como el de las apps para vernos viejos o como el sexo opuesto nos demuestran que vivimos en una nueva era. Antes el poder internacional se basaba en el armamento y la capacidad nuclear. Ahora, el control de los datos de las personas cobra mayor importancia. Tristemente este esquema no lo crearon los gobiernos, sino los mismos usuarios de redes sociales que con cada click alimentan a la jugosa industria de la metadata. Así de ingenuos hemos sido para ser moneda de cambio del negocio y torneo de poder de la próxima década.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael