FIFÍS Y CONSERVADORES

Si la escritora Elena Poniatowska considera un error que el presidente Andrés Manuel López Obrador estigmatice a la población en razón de su condición social significa que en el país hay una grave polarización de las cosas y el mandatario tiene mucho de culpa.

López Obrador demuestra diariamente que no le preocupa la unidad de la nación; por el contrario confirma que él sigue en la campaña que inició hace más de 18 años. Y eso ya hartó a muchos, incluida la laureada escritora de izquierda.

Para Poniatowska es grave la división de la sociedad mexicana, a raíz de las referencias del presidente AMLO, quien no deja de llamar fifís a sectores de la población. Es un error estigmatizar a la gente por su condición social, considera la narradora y ensayista de origen francés.

En realidad, para López Obrador es fifí y conservador, no exclusivamente el sector adinerado del país, al que recurre constantemente cuando así conviene a sus fines, sino todo aquel que está en contra de sus ideas y sus proyectos.

Una vez desfondado el Fonden en el actual gobierno, López Obrador prefirió no aparecerse en poblaciones que sufrieron pérdidas humanas y millonarios daños materiales por el huracán Hanna, lo mismo en Tamaulipas que en Nuevo León y Coahuila. Pero sí montó el escenario en la mañanera del lunes con el avión presidencial como fondo. En las memes de inmediato aparecieron las fotografías de expresidentes con el agua a las rodillas en lugares de desastres dando ánimos a la población. Pose para la foto, pero ahí estaban dando instrucciones para atender a los perjudicados.

Fiel a su estilo de un protagonismo exacerbado, López Obrador ya decidió que en septiembre, a pesar de la incontenible pandemia del coronavirus, sí habrá “grito” y desfile militar en la Ciudad de México para conmemorar el 210 aniversario del inicio de la Independencia. Guardando la distancia y atendiendo los protocolos de salud, advirtió. Pero aun así se trata de un acto temerario por no decir irresponsable.

El presidente de la República bien puede desatender las críticas y calificativos de sus detractores sistemáticos. Pero, ¿hará lo mismo con una voz autorizada, moral, de su equipo, como la de Poniatowska?