ELECCIONES Y PANDEMIA

Sin la definición de candidatos ni método para elegirlos y en un marco de divisionismo, en Coahuila el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es el más interesado en que las elecciones para renovar el Congreso del Estado se corran hasta el año próximo y se empaten con los comicios federales.

Para procurar la unidad entre militantes y simpatizantes y para medirle el agua a los camotes, el dirigente nacional del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador –hasta ahora-, Alfonso Ramírez Cuéllar, estuvo el lunes en Saltillo y Torreón, pero sólo logró encender aún más los ánimos pues encontró generalizadas inconformidades contra la diputada federal Miroslava Sánchez y su hermana Hortensia, esta última, delegada del CEN morenista para las elecciones en Coahuila.

Al “conciliador” de Ramírez Cuéllar no pudo irle peor, ya que al término de la reunión que presidió en la capital del Estado uno de los consejeros nacionales que lo acompañaban, Ariel Maldonado, la emprendió a golpes contra uno de los inconformes con la designación de Hortensia Sánchez. El consejero, contra quien ya pesa una denuncia penal, además amenazó al manifestantes con “desaparecerlo” si no cesaban sus protestas.

Más tarde, Ramírez Cuéllar se enteró en Torreón que la misma inconformidad priva en la Región Lagunera, y en lugar de dialogar con los inconformes les sacó la vuelta y huyó por la puerta trasera del lugar donde atendió a los medios de comunicación. Y no es una o dos personas las que están detrás de esos movimientos de inconformidad.

En el ámbito de las autoridades electorales tienen el dilema de prorrogar las elecciones aparentemente previstas para el 18 de octubre, hasta el mes de noviembre. Y no las pueden dejar para 2021 porque no hay un marco jurídico que prevea qué hacer si el primero de enero de ese año no hay nuevos diputados locales electos.

La postura de Luis Córdova, consejero de la Junta Local del INE, es que no haya elecciones si no se tiene garantía de que los comicios no provocarán contagios y muertes entre los votantes. Todo un dilema.