DE BUENA FUENTE

¡A mí, lo mío!

 La acería monclovense Altos Hornos de México ha sido desde su época de paraestatal hasta su posterior privatización, un barril sin fondo, a la que sus directivos exprimieron sin misericordia, y luego apelaron al rescate financiero de la Federación.

Esta vez no ocurrió así, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador se cansó de que Alonso Ancira pusiera el gusto, y el gobierno federal, el gasto.

Desde Colima, este viernes, el mandatario nacional se dio dispuesto a apoyar la venta de Altos Hornos de México, pero aclaró que el nuevo propietario debe hacerse cargo del pago de 200 millones de dólares, que Ancira Elizondo estafó al erario público.

Según consta en la investigación de la FGR, Alonso vendió a Pemex, entonces de Emilio Lozoya, la empresa Agro Nitrogenados a un sobreprecio de 200 millones de dólares, que son los que se reclaman.

López Obrador dijo que el nuevo propietario puede realizar el pago en abonos chiquitos, mientras reactiva la operación de la planta acerera y genera la recuperación de empleos en la región centro de la entidad.

De inmediato empresarios de Monclova, cercanos a los dueños de Villacero, empresa que aspira a la adquisición de AHMSA, señalaron que la declaración presidencial no afecta las negociaciones de compra-venta.

La pregunta que permea entre la clase política y empresarial comarcana es:

-¿De regresar Alonso Ancira los 200 millones de dólares mal habidos,  puede recuperar su libertad?.

Sepa Pepa, diría la siempre excelente Rosa Mexicano…

 

***

 

Raúl se quiere ir

 

Mi amigo Raúl Sifuentes Guerrero, actual dirigente estatal de Movimiento Ciudadano en Coahuila, ya quiere abandonar el Hospital Español en Torreón, donde se recupera del Covid-19.

El ex secretario de gobierno, en tiempos del ex gobernador Enrique Martínez, salió de terapia intensiva, y se encuentra en terapia intermedia.

Inquieto como es, Raúl pidió a los médicos se le diera de alta lo más pronto posible pues ya quiere estar en su casa, con su familia.

Por cierto, el que ya abandonó el sanatorio Español, feliz y contento, es el diputado federal morenista, Javier Borrego.

El legislador lagunero también fue internado por padecer coronavirus, pero se recuperó satisfactoriamente y ya planea una que otra travesura.

Raúl Sifuentes también la libró, y no tarda en convalecer en su domicilio particular, lo que es una excelente noticia para la familia y sus múltiples a amistades.

Enhorabuena!!

 

Autor

Ulises Salas
Columnista
Otros artículos del mismo autor