Alejandra Carolina Moncada López: combatir una enfermedad impredecible que crece 

El número de casos con Covid-19 que llegan a este hospital ha crecido significativamente 

La doctora Alejandra Carolina Moncada López es líder del grupo matutino contra Covid-19 en el Hospital General de Zona 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y pese a luchar con una enfermedad impredecible, junto a su equipo de trabajo se esfuerza día a día por sacar adelante a la mayor cantidad posible de pacientes contagiados.

«Es un virus nuevo que no habíamos tenido en el país y en el mundo. Con un comportamiento totalmente distinto al que habíamos visto en otras pandemias. Lo que nos ha impedido mejorar es que todavía es fecha que no tenemos un tratamiento específico, no tenemos una vacuna, entonces estamos echando mano de recursos, de tratamientos experimentales, de plasma convaleciente. Vemos que a algunos pacientes les va muy bien y a otros no muy bien. Ha sido un reto lidiar con una enfermedad que no conocíamos», comentó en entrevista para El Heraldo, Alejandra Carolina Moncada López.

Pero no sólo el conocimiento parcial de este virus ha sido uno de los retos a vencer, ya que –en sus palabras– a causa de la relajación ciudadana respecto al impacto de esta pandemia y medidas preventivas, el número de casos que llegan a este Hospital ha crecido al grado de que se encuentra a su capacidad hospitalaria total para atenderlos.

«Ha sido un reto que es cada vez más grande porque cada vez tenemos más pacientes y menos espacio, menos ventiladores y menos recursos. El Hospital está lleno, tenemos un aproximado de 40 pacientes, dividido en tres salas. Ya los pacientes que están llegando se quedan en urgencias, ya no nos damos abasto, Mis compañeros y yo hacemos el mejor esfuerzo, están cubiertos los pacientes en los tres turnos, se les pasa visita y los que requieren ventilador se les da. A todos los tenemos con medicamento», mencionó.

ENTRE EL MIEDO Y LA ESPERANZA

Luego de concluir su turno, Alejandra Carolina se retira su equipo de protección antes de salir de su centro de trabajo. Ya en su hogar, Gabriel –su hijo de dos años y medio– la espera, al igual que su esposo, a quienes desde hace más de tres meses no ha podido abrazar por el miedo de que, a pesar de las medidas sanitarias que sigue de manera irrestricta, pueda contagiarlos de Covid-19. Todos los días apenas los saluda a la distancia, toma una ducha y descansa. Sabe que a la mañana siguiente su jornada continuará entre enfermos y sus cuidados, decesos y escepticismo social.

«El miedo de contagiar a mi familia, es con algo que ya tengo meses lidiando. No me acostumbro, si bien ya me he adaptado un poco, siempre tengo miedo. Soy exagerada en medidas, no quiero llevar el virus a mi familia, a mi esposo, a mi hijo. Temo contagiarlos, temo a enfermarme. Eso ha sido lo que más me ha desgastado, eso y la sobrecarga de trabajo porque es mucha responsabilidad, mucho trabajo, muchos pacientes», remarcó.

Lamenta que un buen número de pacientes internados en el General de Zona 1 sean jóvenes que a falta de cuidados y prevención, terminaron por contraer el virus al dudar de su existencia e ignorar la dinámica de sana distancia.

«Muchos son jóvenes. Tenemos jóvenes que lo adquirieron en reuniones sociales, en el Día del Padre, en el Día de la Madre. Tenemos jóvenes que en reuniones sociales y en visitas a sus familiares se infectaron; y ellos nos dicen ´yo no creía y ahora estoy aquí. El ver a gente joven morir es algo que como médicos nos hace sentir devastados», dijo.

La mayor esperanza a futuro de la también neumóloga es que las investigaciones científicas respecto al combate del Covid-19 avancen hasta encontrar una tratamiento y cura definitiva para frenar su avance hasta su expansión.

«Esperemos que esta curva se aplane. Soñamos con ese día mis compañeros y yo. Esperamos que poco a poco vayan bajando los casos. El Covid-19 nos ha dejado muchas lecciones, nos recuerda que somos vulnerables, que la salud es lo más importante, nos recuerda lo afortunados que somos muchos por tener trabajo. Espero que valoremos cosas que antes no. Tenemos la esperanza de que se descubra el tratamiento y la vacuna», concluyó. (OMAR SOTO)