Al mantener contacto con al menos 35 maestros tejedores egresados de la Escuela del Sarape «La Favorita» residentes en Saltillo, la directora de este espacio, Claudia Rumayor Aguirre, indicó que la crisis económica derivada del Covid-19 ha impactado en sus ingresos y producción, ya que desde el inicio de la pandemia no han recibido nuevos pedidos de esta tradicional prenda, lo que a su vez ha mermado su hechura por la falta de adquisición de materia prima como insumos naturales para tintoreo.
En este contexto, Rumayor Aguirre dijo que los artesanos se han dedicado a terminar encargos pendientes de sarapes y ropa con detalles de este diseño que ya tenían pactados antes de la llegada de este virus a territorio nacional, para obtener al menos una cantidad que les permita solventar sus necesidades básicas y las de sus familias.
Respecto a la institución que preside, señaló que, para prevenir contagios en sus instalaciones, aún no reactivan clases presenciales y sus telares son utilizados –con todas las medidas de sanitización indispensables– únicamente por sus docentes, quienes trabajan en la incrustación de detalles de sarape en joyería y ropa para colecciones de las marcas Plata Coahuila 925, Camasha y Kelafo.
La directora de «La Favorita», prevé que, de existir las condiciones y permisos de las autoridades competentes, reactivaría sus actividades de enseñanza –avaladas por la Secretaría de Educación– a mediados de agosto, las cuales incluyen manejo de telar, tintoreo e historia del sarape. (OMAR SOTO)
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