CAPITALES

Quien es quien en la transición energética

El índice de transición energética 2020 analiza el sector en 115 países, los cuales son evaluados de acuerdo con el rendimiento de su sistema energético y su preparación para una transición rápida y efectiva. Esta evaluación consta de 40 indicadores en una escala de valores del 0 a 100. Aún y cuando ningún país ha sido evaluado con el 100, muchos de ellos se encuentran en un proceso que les permite alcanzar valores altos en función de su transición energética.

Dada su naturaleza sistémica e interdisciplinaria, los puntajes de los países en diferentes indicadores dependen de factores como la dotación de recursos naturales, la geografía y el clima, la población, el nivel de desarrollo socioeconómico y las dependencias de los sistemas de energía heredados. Además, los puntajes de los países en algunos indicadores están determinados por factores más allá del alcance de la toma de decisiones nacionales, como la volatilidad del mercado energético, el panorama regulatorio emergente, los mercados financieros globales y los marcos internacionales referentes al cambio climático.

Más del 80 por ciento de los países, que representan el 70 por ciento de la población mundial, han aumentado su puntaje en los últimos seis años. En particular, el progreso entre los 10 países más grandes del mundo que consumen energía ha sido mixto. En países como China e India, se muestra una importante mejoría, mientras que la tendencia ha sido moderadamente positiva en Alemania, Japón, Rusia y Corea del Sur.

Por otro lado, los puntajes de Brasil, Canadá, Irán y Estados Unidos estaban estancados o en declive. La transformación del sistema energético durante la última década ha sido más lenta de lo necesario para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y combatir el cambio climático.

Pero este impulso ahora corre el riesgo de perderse, ya que la actual pandemia de COVID-19 continúa causando daños económicos y sociales. En el análisis de 2019 publicado en mayo del 2020, los primeros cinco lugares los ocupan: Suecia con 74.2 por ciento, Suiza 73.4, Finlandia 72.4, Dinamarca 72.2 y Noruega 72.2 por ciento. Por otro lado, los países que ocupan los últimos lugares en este ranking son Haití con 36 por ciento, Líbano 38.5, Nigeria 40.5, Camerún 41 y Venezuela 41.2 por ciento. México se encuentra en el lugar 50 con 56.5 por ciento.

El proceso para la transición energética es determinado por la estabilidad del entorno y nivel de compromiso político, el clima de inversión y el acceso al capital, el nivel de compromiso del consumidor, el desarrollo y la adopción de nuevas tecnologías, entre otros indicadores. A medida que los países actúan para controlar las consecuencias económicas y sociales de COVID 19, la situación actual podría brindar una oportunidad para impulsar la transición energética.

La aplicación de estímulos económicos en áreas como la modernización de la infraestructura energética, la investigación, el desarrollo del capital humano y el uso de tecnologías de información, puede generar un crecimiento económico sostenible a largo plazo, al tiempo que se logra un cambio radical en la transición energética. Los encargados de formular políticas, el sector privado, la sociedad civil y los consumidores desempeñarán un papel fundamental en este proceso, destacando la importancia de una comprensión común de las prioridades entre todos los grupos interesados y una mayor colaboración por parte de la sociedad en general.

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