PÉRDIDA DE POPULARIDAD

La caída de la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha alcanzado un 46.1 por ciento no es gratuita.

El desempleo, la inseguridad, las crisis sanitaria y económica han influido en la pérdida de confianza en el gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación. Ya lleva dos semanas desplomándose diariamente la confianza popular en López Obrador, después de haber celebrado un muy elevado 64.5 por ciento de aceptación al inicio de su mandato.

No hay día en que AMLO no desacredite partidos, expresiones, agrupaciones, instituciones, en suma, a todo el que no coincide con él. En el colmo de su postura autoritaria, beligerante e incongruente, la emprendió contra el Instituto Nacional Electoral al que acusa de no haber garantizado nunca elecciones limpias y libres, cuando es precisamente el INE, un organismo acreditado, integrado por ciudadanos que participan desde como funcionarios de casillas hasta consejeros nacionales que toman las máximas decisiones. Ah, pero el jefe del Ejecutivo ya advirtió que vigilará que en las próximas se respete la voluntad popular, para evitar el fraude en un claro atropello a las instituciones. Algunos analistas suponen que la intención del Ejecutivo es la desaparición del INE. Ojalá se equivoquen.

Creo que todos los mexicanos deseamos un presidente que hable de generación de empleos, de unidad nacional, de medias efectivas contra la pandemia, de apoyo a trabajadores y empresarios, como ocurre en otros países. Pero AMLO apunta en sentido contrario: maneja un discurso cargado de afanes de desquite, de odio, de divisionismo; se confronta con los gobernadores que reclaman un trato equitativo, motivando la aparición del fantasma de la separación, del rompimiento del pacto federal. Y ahí está un bloque opositor de mandatarios que crece, luego de haber surgido con Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

En el caso del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, fue prudente, pues buscó la conciliación hasta el último momento. Hoy se encuentra en una dinámica muy diferente, sin apostarle al rompimiento, pero tomando acuerdos con sus homólogos al margen del gobierno lópezobradorista.