El Popeye y sus nieves, 120 años de herencia y tradición artesanal

El Popeye y sus nieves, 120 años de herencia y tradición artesanal ••Los Churros y Nieves Kon Guerrero llegaron a Saltillo desde San Pedro••Hace 120 años, don Isabel Guerrero, originario de San Pedro de las Colonias, Coahuila, inició un negocio de nieve de garrafa artesanal y churros, mismo que compartió con su descendencia hasta llegar a sus nietos Manuel, Jesús (fundador del concepto de Tortas Popeye), Inés y Ricardo Guerrero, quienes se mudaron a Saltillo, donde a su vez transmitieron la tradición de su antepasado a sus hijos, siendo José Luis Guerrero Espinoza –heredero del primer mencionado –, el único que continuó dedicándose exclusivamente a vender nieve durante la primavera y el verano, y churros en otoño e invierno.Pese a reconocer que no era su intención seguir con este legado, tras una temporada desempleado y alentado por su esposa, José Luis –propietario de Nieves y Churros "Kon Guerrero Facundo"– adquirió en principio una garrafa para elaborar nieve que vendía en colonias aledañas a su domicilio en la colonia Haciendas a bordo de un triciclo, alcanzando popularidad gracias a que ofrecía conos a sólo cinco pesos o incluso los regalaba a niños cuyas familias no podían pagar esta cantidad. Fue su generosidad y el sabor de sus productos –derivado del proceso artesanal que consiste en crear la consistencia de la nieve mezclándola con palas de madera y utilizando ingredientes naturales –, los elementos que lo popularizaron para que al poco tiempo cambiara su vehículo por una "combi" en la que reproduce canciones, siendo una de ellas la que le da el mote de "Popeye", ya que hace alusión a este personaje; y aumentando su número de garrafas a cuatro. "La gente anda detrás de mí porque vendo el cono a cinco pesos, además por la calidad de la nieve. El medio litro lo vendo a 40 y el litro a 80 (pesos), regalo canastas y conos. Aparte fio, yo todos los días trabajo y todos los días acabo 100 litros de nieve, así sea regalada la acabo todos los días, gracias a Dios. Quiero que la gente disfrute el arte que preparo", dijo en entrevista con El Heraldo, José Luis Guerrero Espinoza. Han pasado 17 años desde que Guerrero Espinoza vendió su primer cono de nieve. Desde entonces, ha buscado innovar creando incluso la del sabor "la que sea" (que consiste en una mezcla de frutas y semillas), como una broma para sus clientes indecisos que a diario le pedían cualquier nieve que tuviera. Mazapán, bombón, algodón de azúcar, plátano y aguacate, son otros de los sabores que se suman a la lista de sus poco convencionales que elabora por pedido o cuando el público comienza a preguntar por ellos. ••FUTURO Y CELEBRACIÓN••Aunque orgulloso de su quehacer diario, admite que el transitar de los años y lo demandante de su trabajo –ya que el proceso de elaboración de las nieves le toma al menos cuatro horas de trabajo físico, sumado a los recorridos que realiza todos los días desde mediodía hasta pasadas las 7:00 de la tarde– lo dejan exhausto a sus 38 años, por lo que cuando llegue su turno de pasar el estandarte de lo que considera un estilo de vida, le tocará a su hijo mayor, quien ya comienza a involucrarse en la preparación de las nieves y churros, preservar la tradición familiar. Será este próximo sábado cuando José Luis Guerrero Espinoza celebre su comienzo como "el mejor nevero de Saltillo" saliendo a las calles de la capital coahuilense para regalar, a quienes tengan suerte de ver su "combi" Volkswagen naranja, una porción de los 110 litros de nieve que preparará. "Festejando 17 años, ese día después de mis hijos o de mi cumpleaños es el día más importante porque ese día cambié la historia aunque no lo crean", finalizó. (OMAR SOTO)

Posted by El Heraldo de Saltillo on Friday, June 19, 2020

 Los Churros y Nieves Kon Guerrero llegaron a Saltillo desde San Pedro

Hace 120 años, don Isabel Guerrero, originario de San Pedro de las Colonias, Coahuila, inició un negocio de nieve de garrafa artesanal y churros, mismo que compartió con su descendencia hasta llegar a sus nietos Manuel, Jesús (fundador del concepto de Tortas Popeye), Inés y Ricardo Guerrero, quienes se mudaron a Saltillo, donde a su vez transmitieron la tradición de su antepasado a sus hijos, siendo José Luis Guerrero Espinoza –heredero del primer mencionado –, el único que continuó dedicándose exclusivamente a vender nieve durante la primavera y el verano, y churros en otoño e invierno.

Pese a reconocer que no era su intención seguir con este legado, tras una temporada desempleado y alentado por su esposa, José Luis –propietario de Nieves y Churros «Kon Guerrero Facundo»– adquirió en principio una garrafa para elaborar nieve que vendía en colonias aledañas a su domicilio en la colonia Haciendas a bordo de un triciclo, alcanzando popularidad gracias a que ofrecía conos a sólo cinco pesos o incluso los regalaba a niños cuyas familias no podían pagar esta cantidad. Fue su generosidad y el sabor de sus productos –derivado del proceso artesanal que consiste en crear la consistencia de la nieve mezclándola con palas de madera y utilizando ingredientes naturales –, los elementos que lo popularizaron para que al poco tiempo cambiara su vehículo por una «combi» en la que reproduce canciones, siendo una de ellas la que le da el mote de «Popeye», ya que hace alusión a este personaje; y aumentando su número de garrafas a cuatro.

«La gente anda detrás de mí porque vendo el cono a cinco pesos, además por la calidad de la nieve. El medio litro lo vendo a 40 y el litro a 80 (pesos), regalo canastas y conos. Aparte fio, yo todos los días trabajo y todos los días acabo 100 litros de nieve, así sea regalada la acabo todos los días, gracias a Dios. Quiero que la gente disfrute el arte que preparo», dijo en entrevista con El Heraldo, José Luis Guerrero Espinoza.

Han pasado 17 años desde que Guerrero Espinoza vendió su primer cono de nieve. Desde entonces, ha buscado innovar creando incluso la del sabor «la que sea» (que consiste en una mezcla de frutas y semillas), como una broma para sus clientes indecisos que a diario le pedían cualquier nieve que tuviera. Mazapán, bombón, algodón de azúcar, plátano y aguacate, son otros de los sabores que se suman a la lista de sus poco convencionales que elabora por pedido o cuando el público comienza a preguntar por ellos.

FUTURO Y CELEBRACIÓN

Aunque orgulloso de su quehacer diario, admite que el transitar de los años y lo demandante de su trabajo  –ya que el proceso de elaboración de las nieves le toma al menos cuatro horas de trabajo físico, sumado a los recorridos que realiza todos los días desde mediodía hasta pasadas las 7:00 de la tarde– lo dejan exhausto a sus 38 años, por lo que cuando llegue su turno de pasar el estandarte de lo que considera un estilo de vida, le tocará a su hijo mayor, quien ya comienza a involucrarse en la preparación de las nieves y churros, preservar la tradición familiar.

Será este próximo sábado cuando José Luis Guerrero Espinoza celebre su comienzo como «el mejor nevero de Saltillo» saliendo a las calles de la capital coahuilense para regalar, a quienes tengan suerte de ver su «combi» Volkswagen naranja, una porción de los 110 litros de nieve que preparará.

«Festejando 17 años, ese día después de mis hijos o de mi cumpleaños es el día más importante porque ese día cambié la historia aunque no lo crean», finalizó. (OMAR SOTO | VIDEO: JOSÉ TORRES)